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No es lo normal, pero en los últimos años se han popularizado los casos de terminales que llegan con problemas o fallos de diseños que frustran grandes lanzamiento.
El más reciente es el del Samsung Galaxy Note 7, que tras obtener notas altísimas en los análisis los expertos, ha tenido que suspenderse su venta temporalmente debido a explosiones producidas por baterías con defectos de fabricación.
No ha sido el primero ni el último, los problemas de móviles son comunes. Repasemos los casos más conocidos.
El mítico iPhone 4 siempre será recordado por su novedoso diseño industrial en cristal y aluminio, pero también por el problema con sus antenas, situadas precisamente en las caras laterales.
Al agarrar el terminal de una determinada manera, no muy común entre la mayoría de usuarios, el terminal perdía cobertura hasta el punto de que se perdían llamadas. Detrás de este hecho se encontraba una razón de peso: la mano, como miembro conductor, puenteaba las dos antenas, con lo que la calidad de la recepción se reducía enormemente si ambas zonas se ponían en contacto.
El caso se “solucionó” con el regalo de un bumper a todos los clientes que lo solicitasen, pero Apple no consideró que el problema fuese tan grave como para retirar el modelo del mercado, según afirmó Steve Jobs en un evento especial en el que defendió a la compañía aportando datos de otros modelos famosos que corrían la misma suerte.
Con el tiempo se vio que, efectivamente, afectaba a muy poca gente más allá de la comprobación graciosa simulando el agarre.
Falla el iPhone 6
De manera más reciente, Apple se enfrentó a otro problema con otro gran lanzamiento. Cualquier unidad de iPhone 6 o iPhone 6 Plus que fuera sometida a cierta fuerza en la parte de los botones de volumen, se doblaría irreversiblemente.
Con un uso normal resultaba extremadamente complicado que llegara a doblarse, pero si se llevaba en el bolsillo trasero de un pantalón, y te sentabas sobre él, la probabilidad aumentaba.
El problema fue que la gente comenzó a hacer pruebas para comprobarlo, y ahí es cuando se hizo viral y el asunto se fue de las manos.
Apple sólo reconoció oficialmente 9 casos entre los usuarios, sin embargo, un año más tarde se supo que el problema era real, dado el énfasis que la compañía puso al presentar el aluminio de la sería 7000 (esta vez a prueba de dobleces) en el iPhone 6s.
El aluminio anodizado tiene un problema, y es que según con qué tratamientos, se descascarilla. El iPhone 5 fue conocido por ello en el modelo negro, pero más lo fue el HTC One S, del que HTC reconoció que su proceso de oxidación por microarco sufría más de la cuenta, y ofreció a los clientes una sustitución de las partes dañadas.
La muerte súbita
Aunque no ha sido en los lanzamientos, se han dado varios casos de smartphones que sufrían muerte súbita por defectos de publicación en las placas base de terminales, como el Samsung Galaxy S3 o el LG G4. En ambos casos, las compañías aceptaron reemplazos de placas durante el período de garantía.
La diferencia respecto a otros casos es que el funcionamiento corriente de los terminales no presenta ningún problema.
(Con información de americaeconomia.com)
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