Los Taxistas Organizados
de la Ciudad de México (TOCDMX) manifestaron su desacuerdo por la “regularización”
a Uber ofreció el gobierno del Distrito Federal, ya que no se ajusta a la ley
vigente sobre movilidad y además
propiciará una saturación del servicio.
Ignacio Rodríguez,
vocero de TOCDMX, expresó que el acuerdo “carece de fundamentos legales para
regular un servicio como el de Uber y Cabify, un servicio que ellos (autoridades
del DF) conceptualizaron como servicio privado de transporte con chofer, un
concepto que no aparece en la Ley de Movilidad y mucho menos en el reglamento
de transporte vigente. Un acuerdo no es un instrumento jurídico suficiente para
dar por legal un servicio como el que hoy se pretende legalizar. No existe
ningún artículo de la ley que se señale para fundamentar la pretendida
regulación que se dio a conocer en días pasados”.
Los taxistas subrayaron
que no rompen el diálogo, pero que tampoco se quedarán inmovilizados por el
contrario, quieren acciones del gobierno contra el pirataje ahora que hay un
nuevo titular de la Secretaría de Movilidad, sin que esto impida que acudan a
las instancias jurisdiccionales competentes para revertir el acuerdo.
“Tenemos quince días
para interponer algún recurso jurídico pero privilegiaremos el diálogo, no nos
retiramos de la mesa con el Gobierno. No nos vamos a levantar de la mesa, vamos
a estar en todo momento para el diálogo en el momento que sea y solicitamos sea
permanente por las necesidades que tiene el sector”, apuntó Pedro Soria el otro
vocero de Taxistas y Líderes Unidos contra la Ilegalidad.
Los taxistas del DF acusaron
que Rufino H. León Tovar, de la Secretaría de Movilidad, tomó una medida totalmente política y personal
para autorizar que operen Uber y Cabify.
Los taxistas enumeraron
cinco temas que, de haberse cumplido, quizá hubieran propiciado un piso parejo
porque les evitaría la competencia desleal:
El primero era el de la
proporcionalidad, donde proponían que hubiera una unidad de servicio privado
por cada 50 taxis regulares, lo que daría una cifra no mayor a 2 mil 800 para
Uber y Cabify.
El segundo, que las
unidades de Uber y Cabify, que presuntamente son para un sector de alto nivel
adquisitivo, tuvieran un valor mínimo de 5 mil unidades de cuenta medida con la
que se calcula ahora en lugar de los días de salario mínimo-, que al día de hoy
son alrededor de los 350 mil pesos.
El tercero, que la
tarifa mínima de Uber y Cabify iniciara en el piso más alto del servicio
concesionado que es de 27.30 pesos correspondiente al Radio Taxi.
El cuarto, que el
conductor de las aplicaciones cuente con un tarjetón expedido por el Centro
para el Fomento de la Educación y la Salud de los Operarios del Transporte
Público de la Ciudad de México, A. C. (Cenefes), que tiene asistencia, apoyo y
colaboración de las Universidades Autónoma Metropolitana y de la Ciudad de
México, como se les exige a ellos.
El quinto, que el
vehículo traiga el folio del permiso rotulado y a la vista, igualmente como los
taxistas concesionados.
El sexto, que el modelo
sea máximo de cinco años como se les exige a los taxistas porque si hace unas
semanas los Uber y Cabify podían circular diariamente 10 años, ahora con las
nuevas disposiciones respecto al Hoy No Circula, podrían dar servicio con
unidades aún anteriores.
Los trabajadores del
volante no descartan realizar movilización, y advirtieron que continuarán
luchando para recuperar lo que hoy el ex secretario de Movilidad les ha quitado
momentáneamente, al permitir que operen las empresas con requisitos mínimo y
que no son los iguales a los taxistas que les exigen cumplir para dar el
servicio.
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