Más
del 80 por ciento de los jóvenes prefiere interactuar por texto en lugar de cara
a cara, para expresar sus sentimientos o hacer reclamos. Esto ha favorecido a
la destrucción de las relaciones sociales, y ha traído consigo al “phubbing”,
término que describe el acto de menospreciar e ignorar a la persona con la que
nos encontramos conviviendo, y se presta más atención al dispositivo.
El phubbing,
palabra inglesa y acrónimo de las palabras phone, teléfono y snubbing
desairar, ya es evidente en lugares concurridos como restaurantes donde se
presentan hasta 36 casos de phubbing en cada mesa.
Héctor
Cerezo Huerta, director del departamento de psicología y formación ética del
Tecnológico de Monterrey en Puebla, señaló que el “phubbing” es una consecuencia inmediata de la tecnologización y de
la post modernidad la cual legitima y da pauta a que las personas actúen con
despreocupación por el otro, aun cuando tengan vínculos fuertes como de
amistad, noviazgo, matrimonio o compañeros de trabajo.
La
interacción y el desinterés por la otra persona por el hecho de atender un
mensaje, un WhatsApp o una notificación se están volviendo una falta de
respeto. Cualquier conducta comunica no sólo la verbal sino también la conducta
corporal. Es imposible no comunicar, pues lo que te comunica una persona con su
celular es que le importa más el dispositivo, que no le interesas y mucho menos
quiere entablar una conversación contigo.
“El uso
desmedido de dispositivos están creando usuarios idiotas, acercan a los que
están lejos pero alejan a los que están cerca, los dispositivos se están
volviendo en prótesis mentales, no podemos salir a la calle si no llevamos
nuestro teléfono celular, sería un caos”, dijo Cerezo Huerta.
La
propia sociedad valida y legítima, sin embargo no se dan cuenta que está siendo
adicto a la tecnología. Existen tres puntos esenciales para la identificación
de una adicción, obsesión-compulsión, no genera abstinencia y quien lo padece
no aceptará su problema jamás.
A
salvar relaciones
Por
ello ya se aplican medidas en ciertos lugares donde no se permite la conexión, esto
representa la abstinencia del uso de aparatos tecnológicos dentro de
restaurantes, el propósito de esos movimientos es que la gente regrese y
fortalezca de nuevo esos vínculos de interacción y charla en cualquier momento
o por lo menos durante su estancia dentro de ese establecimiento.
“Cuando
las personas tienen una adicción, tiene un alto grado de dopamina, liberan
felicidad, es por eso que se sienten a gusto y les es difícil dejar cualquier
cosa que les provoque ese placer de satisfacción,” dijo.
El uso
desmedido del smartphone también es
una adicción, “si no eres vulnerable no te vuelves adicto, si eres intolerante
a la frustración, tienes baja autoestima, tiendes a la gratificación inmediata
y tu autoconcepto gira en torno a lo que te dicen, probablemente seas adicto a
los dispositivos” así lo reveló Héctor Cerezo.
Virginia
Satir, psicoterapeuta y especialista en terapia familiar decía “no hay mejor
regalo de darle a una persona que verla, tocarla y escucharla, y no hay mejor
regaño que yo pueda recibir de otra persona que es ser visto, ser escuchado y
ser tocado”.
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