En la cuarta ronda de negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) hay tres temas importantes y difíciles para México y Canadá, sobre todo para el primero. Son temas propuestos por Estados Unidos con tal de evitar la competencia desleal y abatir su déficit comercial.
Está la propuesta de incluir la cláusula Sunset, la cual básicamente consiste en revisar el Tratado cada 5 años, según vaya el comportamiento de los mercados, de la economía en general.
Tanto México y Canadá se oponen a dicha medida, pues argumentan que ello genera incertidumbre para los inversionistas y la posibilidad de generar empleo.
Otro tema en discusión es restringir la comercialización de frutas y hortalizas procedentes de México, si estos productos también son cosechados en Estados Unidos.
El gobierno del país del norte argumenta que no es cerrar la frontera a frutas y hortalizas mexicanas, sino "establecer aranceles por temporada" a ciertos productos para evitar la competencia con las cosechas de su país y que no los desplacen en el mercado doméstico.
Además de la oposición de los propios productores de México y Estados Unidos, dicha propuesta va en contra de los lineamientos de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Finalmente, está el tema de compras gubernamentales. Estados Unidos pretende limitar las compras a los proveedores de su país, y que las compras que haga a México y Canadá se limitarán en dólares no en volumen.
Sin embargo, dicha disposición es injusta para México dada la diferencia en el tamaño de las economías de los tres países.
De ahí que las negociaciones en esta cuarta ronda se hayan tornado un tanto álgidas, y que provocó que los propios empresarios estadounidenses hayan enviado una carta al presidente Donald Trump en la que le piden “no dañar” el TLCAN.
Al tiempo que los empresarios tanto de México como Estados Unidos han dejado ver que prefieren terminar el Tratado a firmar un “mal acuerdo”.
|