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La salud física y mental de las mujeres se ha visto alterada a raíz de la pandemia de coronavirus, ya que no solo realizan trabajo remoto sino también deben atender otras tareas como la casa, hijos y el cuidado de otros familiares, a lo que se suma el menor ingreso económico que perciben.
A 18 meses de distancia que se presentó el primer caso de coronavirus en Puebla y México en general, las mujeres son más afectadas que los hombres en cuestiones laborales, pero a ello se le suma que aumentó el maltrato hacia ellas, tanto de forma física como psicológica y hasta económico, porque sus parejas les disminuyen o retiran sustento.
De acuerdo a un estudio que realizó el Observatorio de Competitividad y Nuevas Formas de Trabajo de la Upaep, se detectó que la carga de trabajo es mayor para las mujeres y esto se ha visto como una condición específica de género, que tiene que ver con el trabajo no remunerado. Es decir, las mujeres ahora destinan más tiempo en su trabajo remoto como en la casa, pero hay una parte que no se les cubre de manera económica.
Aparte del tiempo que las mujeres destinan a su trabajo dependiente de un patrón o de forma independiente, ellas destinan 30.8 horas a la semana en promedio en realizar trabajo doméstico no remunerado, además 12 horas semanales de trabajo no remunerado en el cuidado de integrantes de la familia. Mientras que los hombres apenas destinan a la semana 11.6 horas de trabajo doméstico no remunerado, 5.04 horas de trabajo no remunerado a la semana en cuidados a integrantes del hogar.
Cynthia Montaudon Tomas, director del Observatorio, dijo que las mujeres también tienen a su cargo gran parte de la atención de los hijos como ‘maestras sustitutas’ por las clases en línea, y esta actividad aleja a las mujeres de las oportunidades de ascenso, ya no tienen tiempo para capacitarse, estudiar o competir por mejores puestos en sus empleos.
El estudio: Estado del Trabajo Remoto en México durante la Pandemia del covid-19, hecho por el organismo de la Upaep, arrojó que independientemente de las condiciones básicas de las casas, el equipo tecnológico que tengan y las propias habilidades de las personas, las mujeres de todos modos tiene la mayor carga y ahora han visto afectada su salud física y mental y, por consiguiente, se alteraron sus relaciones familiares.
El estudio identificó que las mujeres sufren más que los hombres dolores de cuello y la espalda por la carga de trabajo en casa y el trabajo remoto; tiene más dolor en articulaciones, están más cansadas, porque pierden horas de sueño, además del impacto de otros factores como son la incertidumbre y las preocupaciones que experimentan.
Por consiguiente las mujeres padecen mucha más ansiedad que los hombres, y están siendo más propensas a la depresión y son quienes más han sufrido el síndrome de Burnout.
El grupo de mujeres que presenta más problemas de salud física y mental son las casadas, seguidas por las que viven en unión libre y, en tercer lugar, las que están solteras, por los roles que ejercen en el ámbito laboral y en la casa y más si tienen hijos en edad escolar.
Por grupos de edad, las mujeres entre los 32 y 46 años presentan algún problema de salud mental, pues como dato curioso son las que trabajan en el área de la educación, en puestos administrativos, así como la que están en servicios financieros diversos.
Además de esta situación está la violencia de género, en Puebla como en varias partes del mundo, este problema creció durante la pandemia, no solo violencia física sin también psicológica y económica.
Es decir, al interior de su entorno familiar disponen de menos dinero para cubrir las necesidades de su familia, hay presión para que atiendan a los integrantes de la familia y todas las tareas que comprende una casa.
Aún así, en el estudio se concluyó que más del 68 por ciento de las mujeres prefieren seguir con el trabajo remoto, mientras que el 70 por ciento de los hombres que prefieren regresar al trabajo normal, es decir presencial, sea en oficina, comercio o fábricas, concluyó Cynthia Montaudon Tomas.
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