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Por la crisis económica
generada por la pandemia de covid-19 las personas han caído en impago de
hipotecas, de créditos personales, tarjetas de crédito y todo tipo de
compromisos financieros, por lo que es necesario que la banca comercial ofrezca
reestructuración de hipotecas y el pago de tarjetas de o créditos personales, afirmó
el diputado federal Alejandro Carvajal Hidalgo
Informó que el
gobierno federal ya generó un programa de rescate del Infonavit y Fovissste con
plazos de hasta nueve meses y con reestructuras con una política de cero
desalojos desde hace un año; sin embargo, “vemos con preocupación que la banca
comercial sólo ha dado prórrogas de tres a seis meses sin condonar ningún
interés y sin reducir los pagos de las hipotecas”.
Para evitar
caer en una crisis hipotecaria similar a la del 2008, propone que la banca
comercial establezca una prórroga de seis a nueve meses, dependiendo de la
circunstancia en el pago de intereses hipotecarios, se reestructuren las
hipotecas, que se pueda pagar sólo la mitad, y que los créditos al consumo o
personales ya sea de tarjetas o créditos personales y empresariales se vean
reducidos los intereses y se reestructuren las mensualidades,
Informó que
presentará un punto de acuerdo en la Cámara de Diputados para que no se suba al
buró de crédito a las personas, para que no pierdan su calidad crediticia, sino
que se les dé una prórroga de 9 meses.
El legislador
propone generar un pacto social entre el sector privado y público para
suspender cualquier tipo de desalojo de la banca privada hacia los particulares
y sobre todo hacia los que menos tienen.
Destacó que en
el portafolio hipotecario en México es de 2.7 billones de pesos, y está
compuesto por más de 8 millones de hipotecas, la cantidad equivale a cerca del
20 por ciento del presupuesto de egresos de la federación; además, el 34 por
ciento de esta suma de hipotecas las tiene Infonavit y el 54 por ciento los
bancos, y “con la pérdida de más de un millón de empleos, miles de personas
entrarán en crisis y con el riesgo de perder su patrimonio”.
Desde el 2008
se vivió a nivel mundial una crisis financiera en Estados Unidos conocida como
la “burbuja hipotecaria o financiera” por el otorgamiento de millones de
hipotecas a gente que no tenía la capacidad de pago, esto generó una crisis
internacional, bolsas de valores que se vinieron abajo, bancos que perdieron su
calidad crediticia y que se fueron a la quiebra, interviniendo el gobierno
norteamericano y la reserva federal.
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