El
regreso a las actividades económicas en la llamada “nueva normalidad”, detonará
una demanda superior a los 16.5 millones de cubrebocas por mes, si se toma en
cuenta la base de trabajadores afiliados al IMSS en el estado, por lo que maquiladoras
en Puebla y Tehuacán se preparan para responder a los requerimientos del sector
productivo.
Federico
Carmona Ocaña, presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido
(Canaive) Puebla-Tlaxcala, explicó en entrevista que la producción de
cubrebocas e insumos para el sector salud como batas quirúrgicas, gorros,
botas, cofias o mascarillas, se convirtió en una alternativa para más de 300
empresas de esta región, luego que el sector de la confección no fue
considerado esencial en medio de la pandemia generada por coronavirus, y la
mayor parte está detenida.
Destacó
que, al inicio de la emergencia sanitaria, es decir, a mitad del mes de marzo,
se maquilaban alrededor de 4 millones de cubrebocas, pero la demanda creció al
llegar a una producción de 10 millones de piezas, cifra que repuntará con la
reactivación de las actividades económicas.
Al
considerar que Puebla reportó en mayo 591 mil 591 empleos formales, según
cifras del IMSS, el sector productivo demandará al menos 4.1 millones de piezas
por semana o 16.5 millones de cubrebocas al mes, ya que el protocolo de regreso
a las actividades productivas establece que los trabajadores deben llevar un
protector para el desempeño de sus labores y usarlo en el transporte público,
con un cambio diario, aunque el retorno será gradual en tanto dure la
emergencia de coronavirus.
El líder
de la Canaive reconoció que el margen de utilidades por la producción de
cubrebocas es menor respecto a lo que obtenían por la confección y venta de
ropa para los mercados nacional y extranjero; sin embargo, aseguró que las
empresas cuentan con la capacidad de responder a la demanda de protectores con
insumos de calidad y que cumplen con los lineamientos requeridos por instancias
como la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios
(Cofepris) ante el regreso a las actividades económicas.
“Con la
reactivación de toda la industria empezará a reactivarse la venta de
cubrebocas, los cuales serán cada vez más personalizados y que van a estar
cubriendo las normas sanitarias y de acuerdo con la necesidad del cliente. Hay
cubrebocas que requieren el certificado de Cofepris para ciertas empresas”.
Explicó
que, ante la alta demanda de cubrebocas, las empresas formalmente establecidas
y afiliadas a la Canaive apuestan por una producción con materiales de alta
calidad y amigables con el medio ambiente, por lo que confió en una derrama
local.
“Se está
trabajando ahorita con un cubrebocas más personalizado que va más de tela, que
se pueda reutilizar para no hacer tanto un tema de contaminación, eso lleva más
un trabajo en confección, pero ayuda. Dentro del gremio algunos estamos
adquiriendo máquinas para hacer el cubrebocas termosellado, que cumplan con
todas las normas de Cofepris”.
Por
último, comentó que de las mil 786 empresas del sector confección que operan en
el estado, un 30 a 40 por ciento reconvirtieron sus procesos a la fabricación
de insumos para el sector salud, mientras que resto se encuentran inactivas.
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