La
emergencia sanitaria por coronavirus agravará el déficit de vivienda en Puebla,
pues el desarrollo de nuevos fraccionamientos lleva un retraso de dos meses, junto
a la baja demanda de inmuebles.
Alberto
Moreno Gómez Monroy, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de
Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi), comentó que este año tenían la
meta de 19 mil viviendas colocadas, pero por el paro de actividades a causa del
coronavirus frenó la colocación en 30 por ciento.
En
entrevista, comentó que se iniciaron proyectos en Puebla capital,
Cuautlancingo, San Pedro y San Andrés Cholula, Atlixco, San Martín Texmelucan;
sin embargo, nueve de cada diez desarrollos están detenidos porque son
actividades “no esenciales”, según lo determinó el gobierno federal desde marzo
pasado.
Al disminuir
la actividad en la industria de la construcción, también baja la derrama
económica porque no se coloca la vivienda, así que de 16 mil millones de pesos
que tenían previstos para este año los socios de Canadevi solo serán 11 mil 200
millones de pesos.
Además,
reconoció, el líder de la Canadevi, la actividad en este sector que involucra a
78 ramas productivas ya venía mal desde 2019 cuando no alcanzaron las metas, y
la emergencia sanitaria solo vino a complicr la situación.
El estado
de Puebla requiere por lo menos 21 mil viviendas por año, tanto de tipo
económica, media y residencial; sin embargo, no hay reserva territorial para
poder construir, a lo que se suma el parón por el coronavirus, pues los
resultados serán negativos.
“Desgraciadamente
se va a presentar un déficit, también el tiempo de entrega de los
fraccionamientos se va a atrasar. El retraso de viviendas será entre dos a tres
a tres meses del proyecto original. Esperábamos terminar las viviendas en
agosto, pero vamos a terminar en noviembre, el retraso está en cualquier
fraccionamiento”.
Hasta el
momento el precio de la vivienda no ha variado, y no se prevé un incremento en
el corto plazo, por el contrario, algunos desarrolladores han optado por
ofrecer descuentos hasta del 20 por ciento para poder desplazar el producto.
Precisó
que el costo de la vivienda económica se ubica en 400 mil pesos, de ahí la
tradicional oscila entre los 550 mil y 700 mil pesos, mientras que la
residencial supera el 1.3 millones de pesos.
Gómez Monroy
aseguró que una vez que concluya la emergencia sanitaria y se retomen las
actividades o habrá cambio en el precio de la vivienda.
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