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La
industria de la vivienda en Puebla no registraba desde 2009 una crisis tan
severa como la que se registra este año y que podría prolongarse hasta mediados
de 2020, ante la desaceleración económica y falta de confianza de los
trabajadores para adquirir créditos; por lo que se recortó en 32 por ciento la
edificación de inmuebles.
El
presidente de la Cámara Nacional de Desarrollo y Promoción de la Vivienda
(Canadevi) Puebla, Luis Alberto Moreno Gómez Monroy, explicó que la menor
demanda de vivienda se traduce en una reducción de 3 mil millones de pesos en
la derrama económica en el estado, lo que impactará en 78 sectores productivos.
“La de
2009 y ésta (crisis) son muy parecidas, estamos esperando a ver cómo termina el
año, pero quizá esta sea peor. Calculamos que tendremos que bajar la producción
a 13 mil viviendas y con ello la derrama económica, cada vivienda cuesta en
promedio 500 mil pesos”, señaló.
El
empresario explicó inicialmente tenían contemplados construir 19 mil inmuebles
durante 2019, sin embargo quedará en 13 mil, por la contracción en la industria,
la cual es ocasionada por diversos factores como el encarecimiento de la
tierra, la poca disponibilidad de reserva para construir, así como la
incertidumbre económica que provoca a los consumidores actuar con cautela y no
adquirir créditos hipotecarios.
A pesar
que las tasas de interés se encuentran por debajo de los dos dígitos, los
trabajadores reconsideran una compra cuando se trata de largos compromisos
financieros.
“Es una
situación difícil para todos los que nos dedicamos a la industria de la
vivienda. Estamos haciendo todo lo posible para que se reactive nuevamente el
mercado, esperando que la gente confíe nuevamente en los créditos hipotecarios.
La gente que compra una vivienda adquiere un compromiso a 20 años regularmente,
todo lo que se escucha que viene a la baja el PIB, que hay desempleo, la gente
lo piensa y lo reconsidera”.
Agregó
que al año se requieren 150 hectáreas para cumplir con la meta de producción;
sin embargo, la falta de un banco de tierra en Puebla no permite atacar el
déficit habitacional.
“Es una
situación difícil para todos los que nos dedicamos a la industria de la
vivienda. Estamos haciendo todo lo posible para que se reactive nuevamente el
mercado, esperando que la gente confíe nuevamente en los créditos hipotecarios.
La tierra está carísima en Puebla si no hay bancos de tierra a través del banco
estatal es difícil que se pueda adquirir una vivienda para gente que gana hasta
7 mil pesos”.
Otra
situación que impactó en este sector fueron las modificaciones a la política
nacional de vivienda y cambios a los esquemas de subsidios que permitían a los
trabajadores de menores ingresos complementar el pago de una casa.
Por
consiguiente, se construyeron menos hogares de interés social, cuando existe
una demanda de 150 mil viviendas en este rubro.
Señaló
que ante la situación de incertidumbre las empresas desarrolladoras y
proveedores reportaron recortaron empleos, y no descartó que esta tendencia
continué hasta el segundo semestre del próximo año.
“Ha
habido recorte de personal, pensamos que las metas tienen que bajar al 20 por
ciento que no se produjo este año, lo que construye ahorita se vende al
siguiente año, eso nos trae un atraso en nuestra producción y
comercialización”, comentó.
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