Los
esfuerzos de México deben estar orientados al fortalecimiento de la apertura
comercial frente a la política proteccionista que unilateralmente ha impuesto
el gobierno de Estados Unidos.
Así lo
apuntó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) en su
análisis semanal, al señalar que el intercambio comercial se debe hacer en un
ámbito de reglas del juego claras y condiciones equitativas que beneficien a
todos los países participantes.
Agregó
que las “medidas proteccionistas solo inhiben un mayor dinamismo económico
mundial y conducen a un retraso de la actividad productiva”.
El
organismo del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) expuso que México es una de
las economías más abiertas del mundo, pero es preocupante que poco más del 80
por ciento de sus exportaciones se canalice exclusivamente hacia Estados
Unidos.
La preocupación
es mayor cuando no se tiene la seguridad de cuáles serán las condiciones en las
que concluya la renegociación para modernizar el Tratado de Libre Comercio de
América del Norte (TLCAN), vigente desde 1994.
“La
intranquilidad generada por la posibilidad de que la renegociación del TLCAN no
sea favorable para nuestro país, de que desaparezca el acuerdo o de que se
agudicen las medidas proteccionistas, aumentan la necesidad de que México
busque alternativas (comerciales)”, expuso.
Esas
opciones pueden en algún momento compensar los efectos negativos que pudiesen
resultar de las negociaciones del acuerdo trilateral del norte, después de que
a mediados de mayo quedaron en pausa por el proceso electoral de nuestro país,
acotó.
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