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Los robos al transporte de carga (en carreteras y vías férreas) afecta seriamente la operación de las empresas, pues ha quintuplicado el costo de su logística con tal de brindar seguridad a los conductores y a las unidades.
Héctor Arroyo Carrasco, gerente de Logística y Transporte de Grupo Cipsa Industrias, aseguró que a nivel nacional la inseguridad se ha disparado y golpea seriamente a la industria, en particular a las de alimentos, textil, metal-metálico y de autopartes.
Puebla es uno de los puntos donde opera la delincuencia, tanto en carreteras como en las vías férreas, mientras que el puerto más peligroso es el de Manzanillo.
Por ejemplo, en Manzanillo “estamos haciendo cambios de logística para cambiarnos de puerto. Hemos pensado en algunas ocasiones que todo lo que viene de Asia, ya no llegue a puertos mexicanos, sino que llegue a California o Long Beach, y de ahí jalar la mercancía a la frontera y luego bajarla al centro del país”.
Hacer esto representa “un costo impresionante; esto representa quintuplicar el costo de este servicio”, afirmó Arroyo Carrasco.
En carreteras, la compañía Freighwatch, que mide la inseguridad a nivel mundial, ha centrado sus estudios en los estados de Puebla, Veracruz, estado de México y en la Ciudad de México, lugares donde se está concentrando en los últimos tres meses la mayor cantidad de robos, entidades que cabe destacar, nunca habían vivido esta situación como pasa dentro del estado de Puebla.
Una de las rutas más peligrosas es el tramo que comprende la caseta de San Martín Texmelucan hasta la caseta de Esperanza sobre la autopista México-Puebla.
“Es un problema en donde la autoridad realmente no sabemos qué está haciendo, y yo considero que no está haciendo nada, porque si ustedes viajan en este tramo, van a encontrar de 3 a 4 patrullas de la Policía de Caminos y, probablemente si tienen suerte, se encontrarán a un pelotón de la Marina Armada de México o del Ejército, situación que no está contrarrestando la problemática”, puntualizó el ejecutivo de Cipsa Industrias.
Agregó que para proteger la carga que desembarcan en los puertos de Veracruz, Manzanillo o de Lázaro Cárdenas y luego deben transportar por carretera han contratado empresas de seguridad cuyo personal esté armado y las unidades sean blindadas; además de contratar 2 o 3 patrullas armadas y blindadas y preparadas para enfrentar contingencias.
Todo esto incrementa los costos de inversión para transportar las mercancías provenientes de otras partes del mundo, y como consecuencia, las empresas mexicanas están perdiendo competitividad a nivel internacional.
Afortunadamente -agregó- desde noviembre del año pasado, el Congreso de la Unión tipificó como delito federal las acciones delincuenciales en carretera y vías férreas.
“Pero necesitamos que la autoridad se aplique, ejerza la ley, deje de ser cómplice de las bandas organizadas de criminales; se obtendrían mejores resultados de crecimiento y desarrollo en el estado y nacional”, puntualizó Arroyo Carrasco.
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