El Consejo Coordinador Empresarial y la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público acordaron instalar mesas de trabajo
para monitorear el impacto de la reforma fiscal en Estados Unidos y tomar
medidas para afrontar el impacto potencial sobre la economía mexicana.
El presidente del CCE, Juan Pablo Castañón,
y el titular de Hacienda, José Antonio González Anaya, consideraron que
"México debe ser prudente y no puede reducir impuestos a costa de elevar
los niveles de endeudamiento público”.
En un comunicado, el organismo empresarial
indicó que instalarán tres mesas de trabajo.
La primera mesa acordará medidas a impulsar
en el ámbito financiero; la segunda, acciones de corte fiscal para promover la
inversión, y la tercera, medidas económicas para aligerar la carga
administrativa de las empresas.
"Estas mesas deberán operar bajo las
premisas de mantener un sano balance fiscal y no incrementar la deuda en el
país", dijo el CCE.
La semana pasada el Congreso de Estados Unidos
aprobó la reforma fiscal e inmediatamente después el presidente Donald Trump
firmó su la ley para su promulgación.
Entre otros cambios, la modificación al
sistema tributario reducirá a partir del 1 de enero la tasa de impuestos
corporativos a 21 por ciento.
Empresarios y diputados mexicanos han manifestado
su temor a que la reforma estadounidense pueda reducir aún más la inversión
extranjera en México, donde la tasa impositiva a la renta corporativa es de
alrededor de 30 por ciento.
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