Los mexicanos han perdido 10 por ciento de su poder de compra en los primeros
seis meses de este año en comparación con el año pasado, en tanto que el costo
de la canasta básico se ha triplicado debido al alza en los energéticos y la
volatilidad del tipo de cambio, señaló Anselmo Chávez Capó, académico
investigador de la Upaep.
Hasta mayo de 2017 la inflación anual era de 6.16 por ciento contra el
2.6 por ciento que se registraba en 2016, lo que ha anulado el incremento
autorizado a los salarios mínimos a principios de año, así que las personas
tienen que buscar fuentes alternas de ingreso para solventar sus gastos.
Es necesario ofrecer un mejor salario a las personas que son recién
contratadas o mejorar los ingresos según las revisiones salariales, para que tengan
un
nivel de vida adecuado y puedan generar la posibilidad de crecimiento económico.
Chávez Capó dijo que el alza en la canasta inicialmente fue un efecto
por el costo de los energéticos, pero en los siguientes meses “es evidente” el
mayor impacto por el tipo de cambio peso dólar, ya que la mayoría de los
productos son importados.
Los incrementos en el costo han sido de 10.34 por ciento en frutas y
verduras; 16.09 en los energéticos; mientras que la tarifas autorizadas por el
gobierno ha subido 8.85 por ciento; los alimentos y bebidas 6.78 por ciento en alimentos y bebidas, y finalmente las
mercancías no alimenticias se han encarecido 5.87 por ciento.
Con respecto
a Puebla, hasta mayo de este año fue la tercera ciudad más cara del país, al registrar una inflación del 6.67 por ciento.
La zona
metropolitana de Puebla es de las más caras, pero al mismo tiempo es la cuarta zona
más pobre de México, al señalar que el 80 por ciento de la población percibe
entre cero y tres salarios mínimos, es decir, ocho de cada diez poblanos tiene
un salario aproximado de 8 mil pesos.
El
investigador advirtió que el costo de vida aún puede incrementar en los
siguientes meses producto de la inseguridad y por los altibajos en el tipo de
cambio,
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