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En los próximos días México iniciará la “consolidación” de la reforma energética, al incrementar las acciones en hidrocarburos, y un nuevo diseño de los bloques para las siguientes licitaciones; además está visto que México puede alcanzar otra vez una producción de 3.4 millones de barriles diarios de crudo.
Durante el Congreso Mexicano del Petróleo, que se realiza en Puebla, Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía, señaló que la reforma energética surgió por “una necesidad real y apremiante para México, ante signos evidentes de rendimientos decrecientes del modelo anterior”, por lo que ahora se debe consolidar en respuesta a las necesidades actuales y futuras del pueblo mexicano.
Aseguró que “más que una moda sexenal, la reforma (energética) consiste en leyes y políticas públicas de profundo tamaño que modifican el modo de operar de la economía nacional, y la manera en que los mexicanos nos relacionamos con la energía”.
La reforma implica un gran cambio cultural y de paradigma; fortalece libertades, crea empleos, evita el endeudamiento, disminuye el riesgo geológico y financiero, protege el medio ambiente, y abre perspectivas de mejora para los jóvenes.
Ante especialistas nacionales y extranjeros vinculados con la industria petrolera, el secretario de Energía indicó que el 19 de este mes se darán a conocer los resultados de la licitación de la ronda 2.1; mientras que en julio próximo la Comisión Nacional de Hidrocarburos anunciará a los ganadores de las licitaciones 2.2 y 2.3.
También en julio se anunciará la licitación 2.4, a partir de ésta se ofrecen áreas geográficas más extensas y se incorporarán campos terrestres no convencionales, ya que concentra buena parte de recursos del país, y varios de ellos tienen objetivos convencionales con volumen original remanente, son de rápido aprovechamiento y van a crear empleos.
Incluso, se podrán agrupar algunos bloques con otros adyacente y serán contiguos con los que ya han sido adjudicados, de tal forma que se formen amplias zonas de producción, donde las empresas ganadoras puedan compartir infraestructura, generar sinergias y economías a escala, así la producción de hidrocarburo será más rentable y el país más competitivo.
Coldwell destacó que uno los propósitos fundamentales es agregar campos de gas a las licitaciones, para “fortalecer la seguridad energética” de México y depender menor de las importaciones de Estados unidos.
Estimó que la estabilización de los precios internacionales del crudo y tener una regulación aprobada por la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos (ASEA), y la Comisión Nacional del Agua, hacen posible que se puedan ofrecer estos yacimientos no convencionales, en los que México tiene cuantiosas reservas de aceite y gas.
Finalmente, el funcionario federal aseguró que se trabaja para delinear una política que incentive la producción, el transporte y la comercialización del gas natural.
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