Los sastres se niegan a desaparecer, pese a la férrea competencia que representa la confección industrial y la diversidad de marcas en el mercado. Los dos mil talleres que hay en el país procuran innovar en diseño y capacitarse para ofrecer trajes a la medida.
Al menos nueve de cada 10 prendas que se confeccionan en talleres son trajes tipo sastre, que van desde los 4 mil pesos pero algunos llegan a superar los 30 mil pesos según la calidad del casimir y el diseño.
En entrevista, el presidente de la Federación Mexicana de Sastres, Javier Cervantes Aldana, comentó que las grandes marcas, la industrialización y la falta de promoción desplazaron del mercado a sastres y confeccionistas.
Con la competencia que representa la confección industrial en las últimas décadas se calcula que hasta el 70 por ciento e los sastres han desaparecido, pero también influyen los costos para operar la sastrería, como impuestos, la renta del local y el mismo precio de los insumos.
“Aunque mucha gente trabaja desde su casa”, con lo que evitan todos esos costos, y se mantienen en el oficio, señaló Cervantes Aldana.
La permanencia en el oficio, depende de la innovación y de la capacitación de cada sastre para atender al cliente en la confección de la prenda.
En todo el país se estima que aún existen 2 mil talleres dedicados al trabajo sartorial o confección de trajes sastre, tan sólo el año pasado se comercializaron 3.5 millones de trajes hechos a la medida.
(Fotos de internet)
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