La escasez de semiconductores continúa provocando cuellos de botella en la industria automotriz, concretamente, por lo cual la planta de Volkswagen en Puebla continuará con paros técnicos a lo largo de junio.
Según informó la firma alemana, en los meses recientes ha estado trabajando intensamente y de manera exitosa para minimizar los efectos del desabasto global de semiconductores en la producción del Grupo Volkswagen. Esa es la razón por la cual la producción no ha sido afectada a gran escala.
Como el suministro de ‘chips’ continuará siendo complejo en los próximos meses, Volkswagen de México prevé nuevos paros técnicos en junio próximo, lo cuales serán escalonados para sus tres segmentos de producción (Jetta, Tiguan y Taos), y que incluye además un periodo de ‘adelanto de vacaciones’.
En ese sentido, el Sindicato Independiente de Trabajadores de la Industria Automotriz Volkswagen (Sitiavw), indicó que el paro de labores será de cinco semanas, de la semana 22 a la semana 26, es decir del 1 de junio hasta el 4 julio.
Aclaró el Sindicato que la semana 25 (del 21 al 27 de junio) será tomada como periodo de vacaciones adelantadas, y el resto de los días se pagará al 70 por ciento del salario para cada trabajador.
Así, el arranque y término del paro de labores será diferenciado. En el segmento uno (ensamblado del Jetta) suspenderá labores del 2 al 28 de junio.
El segmento dos (Tiguan) parará labores del viernes 5 al martes 29 de junio, mientras que el segmento tres (Taos) el paro de labores será del 10 de junio hasta el 2 de julio.
Durante esos días de paro de labores pero de la planta Puebla dará mantenimiento a las instalaciones, y las actividades se reanudarán de forma paulatina conforme sea garantizado el abasto de semiconductores.
Cabe recordar que desde inicios de este año Volkswagen ha realizado varios paros técnicos de forma alternada en sus tres segmentos de producción, incluso apenas el 17 de mayo reanudó labores en el segmento del Jetta y el 20 de mayo en el Tiguan, tras 17 días de suspensión de labores.
La creciente demanda de dispositivos electrónicos (como consecuencia del confinamiento, la educación a distancia y el teletrabajo) y también la recuperación de los mercados de vehículos, el surtimiento de estos componentes en la industria automotriz ha experimentado un cuello de botella desde el inicio del año.
Además, el desabasto de semiconductores no solo afecta a la industria automotriz sino también a otros fabricantes como los de aparatos electrónicos, computadoras y dispositivos de comunicación, entre otros.
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