Los
apoyos a Pemex anunciados por el gobierno federal para los próximos años
deberían estar acompañados de un plan para fortalecer la recaudación tributaria
en el mediano plazo. Tal acción mitigaría el riesgo de una reducción en la
calificación crediticia soberana.
Según BBVA
México, los ingresos presupuestarios totales del sector público aumentaron en
términos reales 0.6 por ciento en el periodo enero-junio de 2019.
Aunque en el
desagregado, los ingresos no tributarios (incluyendo los ingresos petroleros
del gobierno federal) mostraron un retroceso anual real de 9.6% por ciento en
el mismo periodo; mientras que los ingresos tributarios exhibieron un aumento anual real de 4.4 por
ciento en el primer semestre de 2019.
En particular, el IEPS de gasolinas y
diésel aportó 3.7 puntos porcentuales a la variación anual real de los ingresos
tributarios. El ISR también mostró una contribución positiva de 0.8 puntos
porcentuales a dicho dinamismo.
Estas
contribuciones positivas fueron contrarrestadas por la aportación negativa del
IVA de 0.1 puntos porcentuales al dinamismo de los ingresos tributarios.
BBVA
México destaca que el gasto neto pagado del sector público en el periodo
enero-junio de 2019 registró una caída anual real de 4.5 por ciento.
Es
importante reconocer que las participaciones federales, las pensiones públicas
y el costo financiero de la deuda pública continuaron presionando a las
finanzas públicas en el periodo enero-junio de 2019.
No
obstante, cálculos realizados en el Informe Situación México muestran que sin
la inversión financiera y los rubros de gasto mencionados, el resto del gasto
experimentó un mayor decremento al haber exhibido una contracción anual real de
13.1% durante dicho periodo.
En tanto
que, el menor crecimiento económico al anticipado anteriormente para este año y
el siguiente, propiciará que el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros
del Sector Público (SHRFSP) se ubique en torno a 46% del PIB en 2019 y 2020.
Con relación
al plan de reactivación económica, anunciado por la Secretaría de Hacienda y
Crédito Público (SHCP) hace algunas semanas, se considera que tendrá un impacto
marginal sobre el crecimiento económico de 2019. Lo anterior debido
principalmente a que la mayor parte de los recursos de dicho plan están dirigidos
a apuntalar el financiamiento de la banca de desarrollo, lo cual dependerá de
la demanda de crédito y será importante no relajar los estándares crediticios
para evitar presión alguna sobre las finanzas públicas.
De
acuerdo con el análisis realizado en el estudio “Situación México”, el plan de
negocios de Pemex contempla algunas medidas para fortalecer tanto sus finanzas
como su capacidad productiva. No obstante, considera que son insuficientes para
resolver los dos grandes problemas estructurales de la empresa: el
excesivo endeudamiento financiero y la caída en la producción petrolera.
Para mejorar la probabilidad de que aumente significativamente la producción
petrolera en los tres últimos años del sexenio, el análisis sugiere que se
reactive el modelo de negocios basado en farmouts.
Consecuentemente,
Pemex podría compartir no solamente el riesgo exploratorio, sino también la
inversión y el know-how tecnológico con otras
empresas líderes de la industria petrolera.
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