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México
se prepara para realizar una “negociación ordenada” del Tratado de Libre Comercio
con Estados Unidos; sin embargo, si al final el país del norte aplica un
impuesto fronterizo del 20 por ciento en el caso de automóviles, por ejemplo, el
consumidor será afectado seriamente.
El
presidente del sector autopartes de Canacintra Puebla, Ulrich Thoma Kiwus,
refirió que en las últimas semanas “ha
disminuido” el tono y la presión del gobierno de Donald Trump sobre los
profundos cambios que haría en el TLC, ahora “hay una postura más inteligente”
para modernizar el tratado antes de que termine el gobierno de Peña Nieto.
En el
caso concreto de la industria automotriz, en este 2017 tendrá un comportamiento
“estable”; y en el marco de la negociación
del TLC esta industria “es un tren que
no se para fácilmente”.
Casi todas
las empresas automotrices están en México y sus inversiones son a mediano y
largo plazo, “son para quedarse”; al tiempo que sus operaciones no son
exclusivamente con Estados Unidos sino con el mundo en general.
Puso
como ejemplo a la firma Audi, cuya producción del modelo Q5 en un 11 por ciento
irá a Estados Unidos y el 89 por ciento irá para el resto de mundo.
“Sí dependemos del TLC al realizar un trabajo en equipo entre los tres países, Estados
Unidos, México y Canadá, porque hay un intercambio enorme de autopartes entre
los proveedores y las propias armadoras. Así que al final de cuentas, sí sería
un tanto complicado aplicar un impuesto fronterizo o cambiar radicalmente las condiciones”,
dijo el industrial.
Thoma
Kiwus puntualizó que debe adoptarse una posición más inteligente para “modernizar
las reglas del TLC” -vigente desde 1994-, que ayuden a mejorar las condiciones
comerciales, y que el Tratado ayude a que la región de América del Norte tenga un
crecimiento continuo.
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