Volkswagen AG
se declaró culpable en Estados Unidos del engaño en torno a sus emisiones y accedió a pagar 4
mil 300 millones de dólares en multas, mientras que los fiscales anunciaron
cargos en contra de cinco ejecutivos en Alemania.
La firma alemana admitió haber
usado declaraciones falsas para importar automóviles a Estados Unidos y haber
obstruido las investigaciones cuando las autoridades comenzaron a sospechar de
los niveles de emisiones de los motores de diésel.
“Volkswagen lamenta profundamente el comportamiento que dio lugar a la crisis del diésel”, dijo el máximo responsable Matthias Mueller en una declaración este miércoles.
Agregó que. “seguiremos haciendo cambios en nuestra forma de pensar y trabajar”.
Los ejecutivos acusados por conspiración son Heinz-Jakob Neusser, quien fue
suspendido en el 2015, Jens Hadler y
Richard Dorenkamp.
En septiembre
de 2015 salió a la luz la trampa de la firma automotriz sobre las emisiones, lo
cual socavó la reputación alemana y puso en riesgo la viabilidad de la firma
que compite principalmente con Toyota.
En ese momento Volkswagen admitió que alrededor 11 millones de autos de diésel en todo el mundo estaban
equipados con los llamados dispositivos manipuladores, con algoritmos usados
para trucar las pruebas de emisiones.
A partir de esa fecha Volkswagen presionó para que se resolvieran
las investigaciones y demandas tan pronto como fuera posible, mientras trabaja
para reparar su reputación entre los compradores y vendedores de autos.
Cabe destacar que el acuerdo logrado
este miércoles eleva a poco más de 23 mil millones de dólares en Estados Unidos
y Canadá lo que debe erogar la automotriz alemana, ya que previamente había apartado
19 mil 100 mdd para pagar multas y compensar a los clientes afectados.
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