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Afectada por los estragos a causa de la pandemia por el covid-19, la falta de obra y los impactos por alzas en los precios de los materiales, la industria de la construcción no logra recuperar del todo el empleo perdido el año pasado, y apenas tiene un avance del 37.5 por ciento.
De ocho mil puestos de trabajo que se perdieron a lo largo del año pasado, han logrado recuperarse tres mil plazas, es decir, casi cuatro de cada diez, sostuvo el presidente de la delegación en Puebla de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Héctor Sánchez Morales.
Refirió en entrevista que el 2021 fue complicado para la industria ante la crisis que provocó la pandemia por covid-19, por la restricción de actividades, el confinamiento social y la escasez de obra.
El representante de la CMIC en el estado comentó que la industria de la construcción enfrentará un cierre de año en número negativos, presionada por el alza en los precios de los materiales que se elevaron más del 10 por ciento y hasta el 40 por ciento en el caso del acero.
Ante los ajustes en los precios, aunado a la falta de certidumbre, empresas constructoras detuvieron diferentes proyectos de obra, principalmente desarrollo de vivienda vertical, con lo que también se frenó la posibilidad de recuperar empleos.
Comentó que el siguiente año se espera todavía en números rojos, ya que las obras públicas y privadas podrían encarecerse hasta en diez por ciento debido a los aumentos en los precios de los materiales que ocupa la industria de construcción y que influyen en el desarrollo de nuevos proyectos.
“Hay mucha obra vertical que va a un ritmo diferente, tratando de solventar esos incrementos que se han dado a lo largo del año en materias primas para la construcción”, comentó.
De esta manera, el representante de los constructores en el estado reconoció que la actividad de las empresas seguirá contraída el siguiente año y “pensamos que la recuperación de la industria se dará en 2023”.
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