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El Congreso del Estado de Puebla aprobó los matrimonios entre personas del mismo sexo, con 31 votos a favor, cinco en contra y cuatro abstenciones, y termina el desacato en que se encontraba el Poder Legislativo luego de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación, declaró inconstitucional la legislación poblana.
Este martes, durante más de cuatro horas de discusión, donde la bancada del PAN, así como el diputado sin partido Héctor Alonso Granados presentaron sus posturas en contra, el resto de los legisladores aprobó diversas modificaciones al Código Civil del Estado de Puebla, eliminando de la ley que el matrimonio sólo puede ser entre un hombre y una mujer.
La reforma modifica once artículos del Código Civil del Estado de Puebla, en particular el artículo 294 fue cambiado sustancialmente, para quedar de la siguiente manera:
«El matrimonio es un contrato civil por el cual dos personas se unen voluntariamente en sociedad, para llevar una vida en común, con igualdad de derechos y obligaciones, y para ayudarse en la lucha por la existencia. En términos del régimen constitucional, queda prohibida cualquier forma de discriminación que atente contra este derecho».
Héctor Alonso, nuevamente buscó descalificaciones y emprendió la batalla a favor de los grupos de la ultraderecha y argumentó que con la disposición “se está acabando con la familia en Puebla”. (sic).
Mientras, la bancada de Acción Nacional mantuvo la posición de que se empleara otro calificativo para legalizar las uniones entre personas del mismo sexo, y no llamarlas matrimonio.
En contraparte, la diputada proponente Vianey García Romero, indicó que con la reforma se abre la puerta para garantizar los derechos derivados del matrimonio, pues de no aceptar este cambio de paradigma y de criterios seguiríamos en contra no solo de la Constitución, sino también de las normas internacionales, que establecen que el denegar el derecho a casarse, basándose en la preferencia de las parejas, viola los derechos a la no discriminación, el respeto y la igualdad ante la ley.
Reconoció que hubo otros diputados que presentaron iniciativas para modificar la ley, entre ellas Socorro Quezada Tiempo, cuando era diputada por el PRD, así como a su compañera la priista Rocío García Olmedo.
Insistió en que es necesario que se garantice el derecho al matrimonio igualitario, disponiendo para tal efecto una armonización normativa conforme a lo dispuesto en la Constitución, con la finalidad de que todas las personas tengan garantizado un pleno acceso sus derechos humanos.
Se terminó el desacato
El presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, Gabriel Biestro Medinilla, aceptó que con esta reforma terminó el desacato en que se incurrió desde el año 2015; pues, según él, lo que querían era un “fallo final de la Corte” para presentar un documento en el cual ya no hubiera la violación a los derechos humanos.
Cabe recordar que, en 2015, durante el gobierno de Rafael Moreno Valle, el pleno del Congreso aprobó que en Puebla el matrimonio solo podía ser ‘entre hombre y mujer’. Situación que la SCJN falló en contra porque es una violación de los derechos humanos y apercibió al Poder Legislativo poblano.
Al entrar en funciones la actual LX legislatura en Puebla, la diputada Rocío García Olmedo (PRI) presentó en 2018 una iniciativa para modificar el artículo 294 del Código Civil del Estado, y que estableciera que la ‘unión podía realizarse entre dos personas”.
Sin embargo, en ese momento el Congreso, con mayoría de Morena, rechazó la propuesta; los diputados morenistas y de otros partidos, como el PT, defendieron que el matrimonio solo podía ser hombre-mujer.
No fue hasta que la Corte declaró en desacato al Congreso de Puebla que ahora sí esos mismos legisladores ‘izquierdistas’ presumen de promover las uniones entre personas del mismo sexo.
(Con información de Francisco Sánchez N.)
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