La pandemia de covid19 significa
un serio retroceso socioeconómico de hasta 30 años para varios países; se
incrementó la pobreza, el sistema educativo fue seriamente afectado, además que
fueron modificadas las formas de trabajo, todo ello será difícil y tardado en
poder remontar.
Así lo señalaron académicos de la
Universidad de las Américas Puebla, al analizar “Implicaciones de la pandemia
del coronavirus en la agenda 2030”, y puntualizaron que la proyección de que 2020 iba a ser una década de crecimiento se perdió con la llegada del
covid-19
Viviana Ramírez Ramírez,
académica del Departamento de Relaciones Internacionales y Ciencia Política de
la Udlap, dijo que en los últimos 30 años de esfuerzo global se había podido
reducir la pobreza extrema de un 36% a un 8.5% de la población de todo el
planeta a 2019, siendo que a este ritmo se pudiera aminorar a un 6% en el año
2030.
Sin embargo, el SARS-CoV-2 hizo
que los condiciones cayeran y ahora se estima que habrá un retroceso de 10 a 30
años para algunos países.
“La evidencia que tenemos apunta
a que por primera vez desde 1990, la pobreza mundial podría incrementar y si
nos vamos a las peores estimaciones esto implicaría que el número de personas
podría incrementar entre 420 y 520 millones”, estipuló. Ramírez.
En tanto Aymara Soriano Flores,
académica de Ciencias de la Educación de la Udlap, estableció que, si bien las
condiciones en educación no eran las mejores, ahora empeoraron.
El cierre de escuelas afectó a
1,600 millones de estudiantes, teniendo impactos en la nutrición de los niños
que recibían la facilidad de un comedor escolar, en la formación de jóvenes que
necesitaban una educación específica, entre otros asuntos; pero el más
importante es derivado de llevar las aulas al espacio doméstico, haciendo
evidente que en competencias digitales aún se debe trabajar a marchas forzadas.
“Se ha descubierto a partir de
esta experiencia que, si bien los estudiantes son nativos digitales en ciertos
contenidos de la red, en las plataformas educativas más institucionalizadas la
brecha digital entre estudiantes y docentes no es tan grande”, agregó.
Por su parte, Mauricio Rodríguez
Abreu, director del Departamento de Actuaría, Física y Matemáticas de la Udlap, expuso que en lo laboral no
todos tuvieron el mismo problema. Las microempresas han sido más propensas al
teletrabajo, mientras que las grandes compañías lo fueron a presentar recortes
de personal. La gente del campo padeció poco e incluso incrementó, en
referencia a los centros urbanos.
Lo más preocupante -dijo- son los
efectos a largo plazo: qué pasará con las mujeres que regresen a trabajar y no
puedan llevar a sus hijos a las escuelas, quién se quedará a cuidarlos y por lo
tanto habrá pérdida de oportunidades laborales.
Además, Rodríguez Abreu cuestionó
el tiempo en que tardaran los países, como México, en recuperar los niveles
salariales, estos tienen consecuencias que no solamente van a observarse el
próximo año o en cinco, sino en 20 o 25 años, porque durante este tiempo la
población que se queda sin ingreso ya no está haciendo aportaciones para su
retiro y si tiene menos ingreso el porcentaje de aportaciones para sus fondos
de pensiones son mucho menores.
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