Al menos
seis de cada diez trabajadores que dependían de la industria restaurantera,
ahora se dedican a la venta de comida debido a que más de 400 establecimientos
están inactivos o solo se dedican al servicio a domicilio ante la situación de
emergencia generada por el coronavirus.
Olga
Méndez Juárez, presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes
y Alimentos Condimentados (Canirac), explicó que la venta de comida se convirtió
en un modo de “sobrevivir” para las personas, entre cocineras, meseros,
ayudantes, que se quedaron temporalmente sin empleo ante el freno del sector
productivo.
Explicó
que este fenómeno crece a medida que se posterga la reactivación de las
actividades económicas, y origina un círculo vicioso, ya que mientras los establecimientos
formales siguen cerrados, por otro lado, se observa más gente en la calle que
busca obtener un ingreso para afrontar la emergencia.
Destacó
que, a más de 90 días con una economía frenada, las personas buscan la manera
de llevar el sustento a sus hogares, por lo que se dio a la tarea de sondear a
personal de diferentes establecimientos y detectó que al menos seis de cada
diez ahora se dedican a vender alimentos en sus propios hogares o en la calle.
“La gente
tiene necesidad de trabajar, de llevar comida a su casa y lo único que está
pasando es que el 60 por ciento de las personas que dependen del sector
restaurantero ahora están en la calle vendiendo comida, gelatinas, tamales,
cemitas, tortas, memelas, chalupas. ¿Así, cómo vamos a contener la curva, el
confinamiento de los establecimientos y por otro lado el desborde del comercio
informal?”, cuestionó la empresaria.
El cierre
parcial o total de establecimientos afecta a más de 4 mil 500 trabajadores de
esta industria, mientras que las ventas para los negocios que siguen activos
son mínimas.
En ese
sentido, Méndez Juárez, llamó a las autoridades de los niveles estatal y
municipales, a trabajar de manera coordinada con la iniciativa privada a fin de
que pueda propiciarse un retorno seguro a las actividades, contener la cifra de
contagios de la enfermedad y que la gente pueda recuperar fuentes de empleo.
“La
comida es un negocio muy noble, y es una de las primeras alternativas para
emprender un negocio, pero ahorita estamos en círculo vicioso. Llevamos más de
100 días trabajando con servicio a domicilio, cerrado el servicio a mesa, ley
seca y esto ha hecho que muchos restaurantes continúen cerrados. Este dato
debería llamar la atención de las autoridades y trabajar de manera conjunta con
el sector empresarial”, señaló la dirigente de Canirac.
|