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Apoyos fiscales o compra de comida para población vulnerable, son algunas de las propuestas que hacen empresarios restauranteros a los gobiernos federal y estatal para que apoyen a este sector durante la contingencia sanitaria, ya que sus ventas cayeron 90 por ciento.
En primera instancia, la Cámara de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) reportó una caída en sus ventas del 90 por ciento las ventas y 31 mil negocios están en riesgo de cierre ante la contingencia, por lo que demanda la aplicación de un esquema de estímulos fiscales, que no significa el no pago, sino una ‘tregua’ mientras dura la contingencia sanitaria por el coronavirus y luego el cobro lo podrán hacer las autoridades de forma ‘diluida’ entre 6 y 12 meses.
Olga Méndez Juárez, presidenta de la Canirac en Puebla, resaltó la necesidad de un esquema de estímulos fiscales para los restauranteros, ya que por ahora el Sistema de Administración Tributaria (SAT) no contempla ningún esquema de apoyo para contribuyentes, ante lo cual, la Canirac plantea que se aplique una dispensa al pago de 90 días, es decir, de tres meses del Impuesto Sobre la Renta (ISR) y el Impuesto al Valor Agregado (IVA), dividiendo el pago de ese periodo en los 12 meses siguientes.
Canirac propone que los negocios no paguen durante un lapso de tres meses el servicio de energía eléctrica que brinda la Comisión Federal de Electricidad (CFE), y que el saldo generado durante ese periodo se pague en los 12 meses siguientes.
Mismo esquema aplicaría en el servicio de agua potable (que es estatal), dividiendo el saldo de ese periodo en un plazo de 6 a 9 mensualidades; así como el pago de las cuotas obrero- patronales al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), dividiendo el saldo de ese periodo en los 12 meses siguientes.
La Canirac también propone que las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), a través de Nacional Financiera (Nafin), puedan recibir esquemas de apoyo para reactivar la economía.
“Apoyos emergentes a los agremiados de la Canirac con créditos a la palabra y tasas preferenciales; apoyo para que las instituciones bancarias no generen intereses en los cobros de los próximos tres meses y otorguen facilidades de pago a 12 meses; y garantizar la cadena de suministro y evitar abusos; que la Procuraduría Federal del Consumidor garantice precios justos y sancione, cualquier intento de incremento injustificado de precios derivado de la crisis del coronavirus”.
Méndez Juárez resaltó que a nivel nacional los integrantes de la Canirac impulsan la campaña “Sirviendo a México”, para hacer conciencia de la importancia de no paralizar esta fuente generadora de miles de empleos.
“Hacemos un llamado a fortalecer toda la cadena productiva, a productores de insumos, proveedores, caseros, bancos, clientes y gobierno para que solidariamente, las acciones que se tomen minimicen en lo posible su afectación y busquen apoyar ésta fuente de generación de empleo que nos permita superar la crisis que estamos atravesando donde tenemos ya una reducción de 90 por ciento de la venta, un 30 por ciento de establecimientos cerrados, situación nunca antes vista en el sector, incluso durante la contingencia y caída que sufrimos en 2009 por el H1N1”, destacó.
Comidas subsidiadas: Aprepsac
Por su parte, los empresarios adheridos a la Asociación Poblana de Restaurantes y Prestadores de Servicios (Aprepsac) plantearon al gobierno estatal subsidie un programa de compra de comidas, elaboradas por establecimientos locales para repartirlas en comunidades vulnerables.
Esta iniciativa permitirá conservar la planta laboral y no paralizar a la industria restaurantera que registra una baja de 90 por ciento en sus ventas debido a la contingencia por el coronavirus, y como complemento a la medida que anunció el propio gobernador Miguel Barbosa, que repartirá despensas a las familias poblanas.
Arturo Delgado Ramírez, presidente de la Aprepsac, explicó que de 300 establecimientos afiliados en la capital poblana por lo menos el 50 por ciento tuvo que “bajar la cortina”, principalmente los ubicados en el Centro Histórico, Huexotitla, avenida Juárez, ante la falta de comensales con el riesgo de que esta cifra aumente en próximos días.
Afirmó que los restauranteros pretenden conservar la plantilla laboral, que en este caso asciende a 8 mil trabajadores, a través de iniciativas de servicio a la comunidad y con apoyo de aplicaciones digitales con tal de mantenerse abiertos y poder pagar nóminas.
Felipe Mendoza, director del organismo, agregó que los restaurantes redujeron de manera considerable la compra de insumos para la elaboración de alimentos, de tal manera que la situación afecta a toda una cadena de abasto.
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