Integrantes
del Colegio de Arquitectos de Puebla (Capac) advirtieron que los dictámenes de
seguridad estructural que se emitieron después de los sismos de septiembre de
2017 perdieron vigencia, por lo que sugirieron renovarlos a fin de prevenir
riesgos en caso de eventos similares.
Bernardo
Emilio Morales Vargas, exdelegado del organismo en Izúcar de Matamoros refirió
que, tras el sismo del 19 de septiembre de 2017, que afectó la zona mixteca de
Puebla, principalmente se dictaminaron más de 6 mil 600 inmuebles en Puebla
capital, Chiautla, Chietla, Atzala, Huaquechula y Tehuitzingo, que fueron
registrados en los diferentes ayuntamientos y posteriormente entregados a
protección civil del Estado, así como a diferentes instancias federales para el
seguimiento correspondiente.
“Nos
encontramos trabajando en la prevención de estos hechos, ya que, aunque la
mayor parte de los daños fueron causados en inmuebles Antiguos, existió también
vivienda contemporánea que fue fuertemente dañada, como es el caso del
municipio de Tehuitzingo e Izucar de Matamoros, donde las viviendas tuvieron
fallas estructurales importantes”.
Carlos
Arellano Vázquez, presidente del Capac expuso que a dos años del fenómeno
sísmico escuelas y viviendas podrían presentar condiciones de deterioro ante
efectos por lluvias y movimientos telúricos.
En conferencia
con medios de comunicación, destacó la importancia de que tanto autoridades
como la ciudadanía tomen en cuenta la actualización estructural y se cumplan
las especificaciones adecuadas para soportar los diferentes agentes climáticos
que afectan las construcciones.
Destacó
que una parte importante para lograr la actualización es que se implemente la
figura del Director Responsable de Obras (DRO) en los municipios del estado,
para lograr que tanto escuelas y viviendas estén dictaminadas y cuenten con el
aval de especialistas.
“Pudimos
notar que uno de los principales factores para que resultaran dañados los
inmuebles fue la autoconstrucción que, sin supervisión de personal técnico
calificado fue realizada", dijo Arellano Vázquez.
Las escuelas fueron las más dañadas porque fueron construidas por los comités d
padres de familia, sin supervisión de personal técnico calificado.
Ante ello, los profesionales de arquitectura hicieron un llamado a las autoridades estatales para que "tomen cartas en el
asunto, no esperar a un evento similar y sufrir las consecuencias”.
|