Las siete
plantas de tratamiento de aguas residuales operan las 24 horas del día, y
procesan al menos 2 mil 400 litros por segundo que provienen no solo de la ciudad
de Puebla sino también de Tlaxcala, donde carecen de todo tipo de sistema para
tratar el agua.
Al
respecto, Daniel Lugardo González, gerente de Calidad de la empresa Agua de Puebla,
aseguró que nube de espuma que apareció en los últimos días en la presa de
Valsequillo y el canal de riego, es de “aguas jabonosas” descargadas tanto
desde casas-habitación como de algunas industrias, y al ser arrastradas, se
genera un efecto similar al de jabón en una “lavadora”, que es lo que en
ocasiones se logra ver, como si se tratara de una nube blanca sobre el agua.
Sin embargo,
la presencia e dicha espuma no tiene que ver con las plantas de tratamiento, y
que estas se mantienen en operación al cien por ciento.
“La raíz
del problema de contaminación del río Atoyac, es que de los 2 mil 200 a 2 mil
400 litros de aguas residuales que son tratadas en Puebla a cada segundo, al
menos 35% provienen del territorio de Tlaxcala y de municipios conurbados a la
capital poblana, los cuales carecen de plantas de tratamiento o se encuentran
fuera de funcionamiento”, señaló Lugardo.
Esta
situación, agregó, se ha informado a las autoridades del vecino estado y también
a las de Puebla, pero no han solucionado el problema. Así, que el volumen de
agua que ingresa a los colectores tiene
severos niveles de contaminación.
El gerente de Calidad
del Agua, manifestó que entre 2014 y 2018 invirtieron cerca de 356 millones de
pesos para adquirir equipo nuevo y mejorar la tecnología de las plantas
tratadoras de aguas residuales, así como para la rehabilitación y ampliación de
toda la red de colectores y rebombeos que conducen toda el agua sanitaria de la
zona de cobertura a las plantas de tratamiento
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