La aplicación de la
“ley seca” con el argumento de mantener el “desarrollo pacífico” durante
elecciones es obsoleta, ya que afecta la economía del comercio, además que no impide
el enfrentamiento violento, robo de urnas, tal como se vio el pasado fin de
semana en las elecciones de juntas auxiliares.
La Cámara Nacional de
la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados, delegación Puebla, afirmó
que no es necesario prohibir la venta de
bebidas alcohólicas para tener una jornada electoral tranquila, pues eso
depende de las autoridades.
Aplicar la ‘ley seca’
afecta al sector restaurantero pues aleja a los comensales, sobre todo a los
turistas.
La ley es “tan
anticuada como su primera aplicación en 1915 cuando en ese entonces, era común
dentro de la política utilizar el alcohol para movilizar a la gente, práctica
que se ha erradicado en la actualidad”.
Es claro que no hay relación
entre la venta de bebidas alcohólicas e irregularidades en las elecciones, pues
en la jornada del 27 de enero para elegir a presidentes municipales auxiliares,
tan solo en capital poblana se registró el robo y quema de urnas, retrasos en
la votación, incluso se suspendió la elección en siete juntas auxiliares, y estaba
vigente la restricción de venta tal con base lo establece el Código
Reglamentario Municipal (Cooremun).
Canirac señala que
con este tipo de medidas “se castiga el trabajo honrado”, y se frena la
actividad económica.
Por ello demanda a las
autoridades eliminar esta ley, o que no se aplique a los restaurantes y
permitir que la venta de bebidas alcohólicas exclusivamente con alimentos.
En tanto la autoridad
no atienda las verdaderas razones de la inseguridad ciudadana, seguirá creyendo
que no vender bebidas alcohólicas solucionará un problema en Puebla y el estado
en general.
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