Rectores
de las universidades Iberoamericana, Upaep y Anáhuac demandaron a las
autoridades garantizar el derecho de la seguridad a los ciudadanos, ya que de
no combatir los índices delictivos podría reflejarse una baja en la matrícula
en las instituciones de educación superior.
El
rector de la Universidad Iberoamericana Puebla, Fernando Fernández Font,
condenó la balacera que ocurrió ayer a mediodía en las inmediaciones de la
institución jesuita, donde un joven dueño de un negocio de comida fue asesinado
y un estudiante del Tecnológico de Monterrey resultó herido.
En
entrevista, lamentó que ante tales hechos en Puebla prevalezca una situación de
impunidad donde "cualquiera, en cualquier lugar, puede andar con armas,
pasearse y que no pase nada".
Remarcó
que ningún estudiante de la institución resultó afectado durante la balacera; sin embargo, tal escenario refleja "que no hay garantía de seguridad para
la población".
Ante
los actos contra universitarios registrados en los últimos días, reconoció que
Puebla podría perder su lugar como referente nacional en el ámbito educativo,
ya que la seguridad es un tema primordial para los padres de familia.
"Puebla
ha representado una ciudad sumamente segura, tranquila, que se podía transitar
y no hace muchos años. Es obvio, el hecho que no fue en
la universidad ni alumnos nuestros, después del hecho cantidad de padres de familia estuvieron
hablando sumamente preocupados por lo que estaba pasando y especialmente por
los que estaban fuera. Yo sí estoy preocupado; porque si no hay garantías de
seguridad, esto (el sector educativo) que es una de las fuentes de ingreso más importantes de Puebla se puede
acabar".
Por su
parte, el rector de la Universidad Anáhuac, José Mata Temoltzin, consideró que
la inseguridad es un tema que a nivel estado debe atenderse, pero como
autoridades educativas, es necesaria una estrategia que privilegie
valores para conducir a los jóvenes al camino del bien.
Condenó
los actos violentos suscitados afuera de la Prepa Ibero, al tiempo que lamentó
el homicidio de José Andrés de Larrañaga Canalizo, estudiante de la Universidad
de Ciencias y Desarrollo de Puebla (UDES), secuestrado por tres compañeros de
escuela quienes presuntamente le quitaron la vida.
"Los
casos que vemos de pronto pueden ser jóvenes que hayan equivocado el camino,
pero como formadores y educadores preguntarnos dónde estábamos para ofrecer
otras opciones".
Mientras que, al
rendir su informe de labores, el rector de la Universidad Popular Autónoma del
Estado de Puebla (Upaep), Emilio José Baños Ardavín remarcó que la violencia
registrada en el último año es alarmante y los esfuerzos para combatirla son
insuficientes.
Recordó
que la institución aún vive el luto por el asesinato de la estudiante Mara
Fernanda (ocurrido hace más de un año), caso que sigue sin esclarecerse, por lo que demandó justicia para
ella y su familia.
En su
mensaje ante autoridades, empresarios y académicos, Baños Ardavín se
solidarizó con las familias afectadas por los recientes actos
violentos al tiempo que remarcó su llamado a las autoridades “porque no nos
podemos acostumbrar a esta violencia y menos aún resignarnos”.
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