La
creciente ola de asaltos en el Centro Histórico, además de la restricción al
paso del transporte público en la zona lleva a que empleados de comercios opten
por renunciar a su trabajo, lo que afecta a los negocios.
De
septiembre del año pasado a la fecha al menos 250 trabajadores han presentado
su renuncia por tales motivos, específicamente, lo cual “es preocupante”, aseguró
el presidente del Consejo de Comerciantes del Centro Histórico, José Juan Ayala
Vázquez.
El
Centro Histórico es la principal zona comercial y turística, con más de 10 mil
negocios formales de los que dependen alrededor de 40 mil familias.
“Tenemos
alrededor de 200 a 250 personas que se han ido. A lo mejor la cifra puede
parecer baja con el número de comercios (que hay); pero la gran mayoría de
trabajadores son mujeres y lamentablemente son las más vulnerables a cuestiones
de asaltos algún tipo de acto delictivo”.
Según
reportes de los propietarios de negocios el promedio de asaltos a trabajadores en
la zona es de tres a cuatro por semana, cifra que incrementa de cinco a seis en
fin de semana o días de quincena.
“Se ha
visto que en muchos negocios se busca personal y es por esta situación. Antes
cerrabas entre ocho a ocho y media (de la noche), ahora es más temprano porque
hay falta de seguridad para nuestro personal de caminar por el centro ante la
falta de transporte”, dijo.
Ante el
registro delictivo los negocios, sobre todo ubicados a lo largo de la 8 oriente
a 8 poniente, han buscado alternativas para proteger a su personal mediante la
modificación de horarios de trabajo y cambio en las formas de pago.
“Muchos
que tienen la necesidad de trabajar no renuncian, pero hablan con los dueños
para modificar el horario de salida, sobre todo cuando son las siete de la
noche o cuando es quincena; muchos han trabajadores han sugerido a los patrones
que los pagos sean en días diferentes”.
Aunado
a esta situación de inseguridad, los negocios en el Centro Histórico no han
logrado recuperarse después del sismo del año pasado, toda vez que las ventas
siguen hasta un 20 por ciento debajo de lo registrado un año antes.
Ayala Vázquez
recordó que tras el terremoto de septiembre el ayuntamiento restringió el paso
del transporte público, lo cual afecta
no solo a los trabajadores de la zona sino que también aleja a los consumidores
sean locales o turistas.
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