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Los jóvenes emigrantes que retornan a México requieren de un modelo de educación intercultural, no el tradicional, para que realmente puedan reinsertarse y tengan el sentido de pertenencia.
La convivencia de comunidades distintas plantea una serie de problemáticas, al igual que la migración de retorno está generando una serie de escenarios que se deben atender, señaló Myrna Iglesias Barrón, académica del Departamento de Lenguas de la Universidad de las Américas Puebla (Udlap).
En el Reporte Número 9 del Observatorio Ciudadano sobre Políticas Públicas para Migrantes Puebla, estudio elaborado por Magdalena Mejía Gómez, Myrna E. Iglesias Barrón y Rebeca Tapia, se aborda la emigración, niñez y juventud, y los problemas que enfrentan al retornar a sus comunidades de origen.
En primer lugar está el desafío educativo para niños y jóvenes, también se aborda el aspecto de la juventud en México y Estados Unidos y sus principales retos en el contexto migratorio; y la importante de ubicar líderes migrantes jóvenes de México, Estados Unidos y Centroamérica”, comentó Arturo Augusto Villaseñor García, representante del Observatorio Ciudadano para Migrantes Puebla.
Rebeca Tapia, dijo que al hacer un estudio en la Nealtican, Puebla, se desprende la necesidad de aplicar un “modelo educativo intercultural”, es decir para que por medio de la educación se posibilite la integración, la reinserción y la pertenencia de los jóvenes emigrantes retornados, ya que no basta con el sistema de “primaria bilingüe indígena”, ya que en la comunicad conviven el inglés, el español y el náhuatl por el alto número de emigrantes
“Sabemos que la convivencia de comunidades distintas plantea una serie de problemáticas, así también la migración de retorno está generando una serie de escenarios que debemos atender”, agregó la académica.
Al respecto, Magdalena Mejía Gómez mencionó: “tomando en cuenta las necesidades lingüísticas podemos impactar en otro tipo de necesidades, nuestra idea es que esta propuesta abarque desde la educación”.
Finalmente comentó que este proyecto “trata de ver a la lengua como un medio para compartir conocimientos, prácticas culturales, acciones o actitudes que conformen una visión intercultural”.
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