Los empresarios afiliados a la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) demandan a los candidatos a la presidencia de la República propuestas concretas a siete temas en favor de México, como más y mejores empleos, finanzas sanas y competitividad fiscal, seguridad, Estado de Derecho, combate a la corrupción y a la impunidad, educación de calidad e innovación, desarrollo regional sostenible y oportunidad para un México incluyente.
Mediante el “Manifiesto México” los patrones “exigen” a los candidatos respuestas concretas sobre cómo harán, con qué recursos y para cuándo atenderán los temas que les plantean.
Los empresarios propone reformar la legislación laboral para “crear esquemas modernos y flexibles” con tal de fomentar el primer empleo y una equidad laboral entre géneros.
Además señalan que debe establecerse una nueva cultura salarial que alinee el salario mínimo general hasta lograr la línea de bienestar personal; aplicar incentivos para la capacitación con indicadores de medición, que permita adquirir nuevas competencias y productividad de los trabajadores.
Insisten en una “nueva reforma fiscal” para promover el crecimiento económico y aumentar la base de contribuyentes; proponen aplicar una política de deuda y gasto públicos, con controles para prevenir la asignación discrecional de recursos.
En seguridad proponen una reingeniería institucional en seguridad pública y procuración de justicia; aunado a una efectiva independencia de la Fiscalía General de la República, del Sistema Nacional Anticorrupción.
Los patrones proponen que debe elaborarse un catálogo de programas sociales, un Padrón único de beneficiarios y una Cédula de Identidad Nacional con tal de erradicar improvisación, redundancias y discrecionalidad en la política social, así como un expediente médico electrónico vinculado a dicha célula y un modelo universal de financiamiento a la prevención y a la salud.
Aseguran los empresarios que en una verdadera democracia la mejor manera de gobernar a un país no es acatando la voluntad de una sola persona o partido político, sino de toda la sociedad, respetando ante todo, el estado democrático de derecho.
Incluso exhortan a los partidos, candidatos y autoridades para que se comprometan a “no conservar resabios, ni mucho menos regresar a un pasado autoritario, centralizado y clientelar” que ha mantenido al país muy por debajo de su potencial, argumentan.
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