La escalada inflacionaria le toca ahora a pescados y mariscos; los
comerciantes anuncian alza de hasta el 15 por ciento en estos productos en la temporada
de Cuaresma, que iniciará este miércoles de ceniza.
Aunque garantizan que comercializarán unas 42 toneladas de pescados y
maricos, solo en la ciudad de Puebla, pues con todo y el incremento de precios
la gente mantiene el consumo por costumbre o por cuestiones religiosas.
El presidente de la Unión de Propietarios y Distribuidores en el ramo de
Pescaderías y Marisquerías de Puebla, Eleazar González Pérez, justificó que e
alza en las gasolinas y otros insumos bliga a los distribuidores a elevar los
costos de casi todas las variedades de pescados, camarón, jaiba, almejas,
calamares y caracol.
El camarón pacotilla es una de las especies con mayor demanda en esta
temporada del año, cuyo costo por kilogramo parte de los 130 pesos a más de 200
pesos según el tamaño, el pulpo oscila entre los 200 a 220 pesos por kilo, en
tanto la jaiba se comercializa entre los 60 a más de 100 pesos.
Expuso que las variedades de pescado más baratas se venden entre los 60
a 70 pesos el kilogramo, como es el caso sierra, bagre, lisa, aunque hay otras
más caras como el salmón que rebasa los 270 pesos el kilogramo.
“Estamos esperando una buena temporada, los precios podrían repuntar
entre un 10 a 15 por ciento. Hay abasto suficiente de producto, estimamos
movilizar unas seis toneladas los viernes de Cuaresma y hasta ocho toneladas ya
en Semana Santa”.
González Pérez recordó que la calle 16 poniente, ubicada en el centro
histórico de la capital poblana, se ha convertido en el punto de abasto de
pescados y mariscos más representativo tanto en el estado como en la región, ya
que aquí llegan a surtirse comerciantes procedentes de Tehuacán, Hidalgo,
Tlaxcala, estado de México.
“Tenemos en esta zona entre 25 a 30 pescaderías con producto fresco, que
viene de diferentes puntos del Golfo y del Pacífico, ya es una zona por más de
50 años reconocida”.
El mercado de Pescados y Mariscos, en la colonia Madero al norponiente
de la ciudad, es otro de los puntos donde se ofrece producto fresco, aunque
opera a menos del 60 por ciento. Este mercado fue construido por el
ayuntamiento capitalino con tal de eliminar la comercialización en el centro de
la ciudad, sobre todo que los locatarios ponen el producto en la vía pública.
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