El municipio de Cuautlancingo, Puebla, descarga sus aguas residuales en el río Atoyac, pese a no tener permiso y muchos menos una planta de tratamiento, según constató la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), aunque no aplicó multa alguna al servicio operador de agua ni clausuró los equipos.
La dependencia federal informó que solo “inspeccionó” las instalaciones del Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado de Cuautlancingo (SOSAPAC), y constató que no cuenta con las concesiones emitidas por la Conagua para la descarga de aguas residuales.
Además, el personal de la Profepa solo “observó” que el SOSAPAC hace más de tres descargas de aguas residuales, tanto a colectores del mismo Sistema, como en el río Atoyac y en sus afluentes).
Así que la Profepa “requerirá al SOSAPAC el cumplimiento de sus obligaciones en materia de descarga de aguas residuales, y en su caso impondrá las sanciones económicas correspondientes”, indicó en un comunicado.
El SOSAPAC no mostró los análisis de monitoreo de las descargas residuales del municipio de Cuautlancingo, y como carece de Planta de Tratamiento de Aguas Residuales la descarga la hace directamente a los afluentes del río Atoyac.
Profepa argumenta que esta inspección “se suma a la recomendación emitida por la Profpea durante 2015” para que se cumpla la legislación ambiental para el saneamiento del Atoyac, el cual forma parte de la Cuenca del Alto Balsas.
Con esta acción también la Profepa “atiende” la recomendación 010/2017 emitida por la CNDH sobre la violación al derecho humano a un medio ambiente sano, saneamiento del agua y acceso a la información, en relación con la contaminación de los ríos Atoyac y Xochiac, y sus afluentes; en agravio de quienes habitan y transitan en los municipios de San Martín Texmelucan y Huejotzingo, en el estado de Puebla; y en los municipios de Tepetitla de Lardizábal, Nativitas e Ixtacuixtla de Mariano Matamoros, del estado de Tlaxcala.
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