La
actividad económica al final de año cerrará a la baja por el impacto de los
sismos, la pérdida de poder adquisitivo por una inflación con tendencia
alcista, así como la corrupción e inseguridad, temas que tienen que ser
contemplados por los aspirantes a la presidencia del país, enfatizó el sector privado.
El
Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) explicó que “los
indicadores de nuestro país, más allá de sólo reflejar el efecto temporal de
los sismos de Septiembre, muestran una tendencia a la baja desde principios del
año, lo que sugiere que el último trimestre mantendrá esa dinámica”.
En septiembre
la actividad industrial ya acumuló tres meses consecutivos con variaciones
anuales negativas, respondiendo principalmente a la debilidad de la producción
petrolera y de la actividad de la construcción, especialmente en el rubro de
infraestructura.
Además,
la inflación “retomó fuerza en la primera quincena de noviembre, refleja el
efecto estacional del ajuste de las tarifas eléctricas, aunque un factor que ha
presionado el indicador general es el ajuste que han tenido los precios del gas
doméstico y de las gasolinas, que muestran en el primer caso, alzas anuales
superiores a 30 por ciento y en el segundo cercanas a 20 por ciento. En este
entorno, la inflación al cierre del 2017 podría acercarse a 6.6 por ciento, con
su consecuente efecto sobre el poder adquisitivo de los hogares”, señala el
organismo privado.
A esto
hay que sumar que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de
Desarrollo Social (Coneval) informó que durante el tercer trimestre del año el
ingreso laboral per cápita se redujo 2.1 por ciento en términos reales respecto
a similar lapso del año pasado, además de que el porcentaje de la población con
ingreso laboral por debajo del valor de la canasta básica se ubicó en 41.8 por
ciento, lo que significó un aumento de 1.8 puntos porcentuales en comparación
con el porcentaje del tercer trimestre del 2016.
Todos
estos aspectos más la corrupción, impunidad e inseguridad debilitan la economía
mexicana.
Asimismo, el gobierno mexicano requiere de "un plan" para garantizar un país seguro, productivo y competitivo.
A toda
esa situación los candidatos a la Presidencia de la República deberán hacer frente, por lo que
es fundamental que tengan una visión clara de lo que se requiere para lograr
que nuestro país retome un camino de crecimiento sostenido, con empleo
suficiente y bien remunerado para satisfacer las necesidades de los mexicanos.
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