En un
lapso de cinco años podría quedar saneado el río Atoyac, con el plan que
elabora la Conagua en coordinación con diferentes organizaciones civiles,
estimó el delegado en Puebla del organismo federal, Alberto Jiménez Merino.
En el
marco del curso “Elaboración de material didáctico e informativo de cultura de
agua”, en San Andrés Cholula, el funcionario federal expuso que diferentes
instancias ya cuentan con proyectos y acciones para dar respuesta a la
recomendación que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) dirigió a
autoridades de los tres niveles de gobierno por ser omisas sobre la elevada contaminación
de los ríos Atoyac y Xochiac, que cruzan desde Tlaxcala hasta la capital
poblana y afectan a más de 20 comunidades vecinas.
Sin
ahondar sobre cuáles serán algunas de las medidas que podrían ponerse en marcha
para sanear ambos afluentes, Jiménez Merino sólo señaló que “las actividades de
saneamiento de los ríos se llevarán, creemos, entre 4 a 5 años máximo seis años.
En alrededor de cinco años es posible sanear el rio. Todos estamos trabajando,
hay una estrecha coordinación con todos los actores, los responsables, y en las
próximas semanas se estará informando lo que haremos”.
En
cuanto al manejo y cuidado del agua en el estado, Jiménez Merino destacó que en
seis décadas se ha perdido más de la mitad de este vital líquido.
Refirió
que los años cincuenta cada habitante disponía de 11 mil metros cúbicos de agua
al año, y ahora esa cifra se redujo a 3 mil 800 “y si no hacemos nada se prevé
que para 2030 esté por debajo de los 3 mil 500 (metros cúbicos). Estamos a
tiempo de poder invertir y preparar a la gente para poder recuperar los
volúmenes de agua”.
Asimismo,
Jiménez Merino advirtió que la falta de agua se agudiza cada día; hay
poblaciones donde el donde el líquido se suministra solo una vez a la semana o
hasta cada mes, sobre todo en localidades que abarca el acuífero de
Tecamachlaco donde el déficit es de 50 millones de metros cúbicos por año
“En el
acuífero de Libres, donde hablamos de menos de medio metro cúbico por año, pero
ya en la práctica ya no hay agua disponible y no queremos que esto pase en
otras zonas. Por eso debemos trabajar con las nuevas generaciones”, señaló.
Para
revertir el déficit y los efectos por el cambio climático, es necesario
reforzar acciones para la recuperación de áreas verdes, cuerpos de agua, y
promover el cuidado del vital líquido.
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