Actualmente
en Puebla hay cerca de 500 mil, mientras que en el país según el último censo
son aproximadamente 13 millones, lo que representa el 11 por ciento de la
población, mencionó Sergio Juárez Rugerio, catedrático de la Facultad de
Medicina de la Upaep.
Agregó
que para el 2025 se proyecta que habrá en México 18 millones y en el 2050 habrá
30 millones de adultos mayores, por lo que se puede notar un crecimiento
exponencial y la inversión en la pirámide poblacional.
Comentó
que como especialistas en este ramo, les toca ver cómo el abandono y el
maltrato físico y económico pueden mermar la salud de los abuelos.
En
este mismo tenor, añadió que en el estado de Puebla, uno o dos de cada 10
personas mayores a 60 años sufren de abandono o algún tipo de maltrato.
Mencionó
que es importante tener una cultura de la prevención, “como internistas
geriatras, recomendamos que aquellos que se encuentran en una edad de entre 40
y 45 años, acudan a hacerse una revisión anual, esto precisamente para tratar
de llegar a la edad de los 60 años con una buena calidad de vida”.
“Con
60 años es hablar todavía de una persona que goza de plenitud, por ello es la
recomendación de que aproximadamente a los 40 años acudamos a una revisión
anual con el médico para que me hagan mi electrocardiograma, radiografía de
tórax, laboratorios, es decir tener un
aspecto preventivo que se denomina geroprofilaxis y con ello poder llegar a la vejez como una persona que tenga
una capacidad mental, física y alimentaria adecuada”.
Explicó
que en México a través del Instituto Nacional de Geriatría se ha tratado de
tener un acercamiento con las personas mayores, para que sean atendidas sus necesidades médicas, ya que este grupo poblacional ha sido catalogado como vulnerable.
“Creemos que se está trabajando, todavía
falta mucho, el camino es largo, pero creo que mucho va a depender de la
política que tengamos cada uno de nosotros en casa, un apolítica en la cual
tenga como individuo la capacidad de
prevenir mis enfermedades, tratar de realizar ejercicio, porque al final de
cuentas son biomarcadores del envejecimiento”.
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