El Atoyac es el segundo río más contaminado de México, lo
que ocasiona pérdidas económicas y ambientales de consideración, además de
afectaciones a la salud.
"La
problemática del Atoyac tiene décadas; pero los estudios más recientes produjeron
el establecimiento de normas más estrictas que para el resto de los ríos del
país”, afirmó Polioptro Martínez Austria, director de la Cátedra UNESCO-Udlap en
Riesgos Hidrometeorológicos.
Al inaugurar un seminario que organizaron la
Udla y la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ), en colaboración
con el ayuntamiento de Puebla, en el que se analizó la problemática del río
Atoyac, el académico dijo que se esperan aportaciones concretas, toda vez que
los expertos alemanes tienen conocimiento práctico
en el saneamiento de grandes y más complejas cuencas.
Por su
parte, Gabriel Navarro Guerrero, secretario de Desarrollo Urbano y
Sustentabilidad del Gobierno Municipal de Puebla, explicó que “el Atoyac es un río muerto”. Que lleva en su cauce toneladas de
basura, aguas residuales sin tratamiento e inclusive químicos que en este país
son prohibidos, sobre todo para usarse en la agricultura.
Por lo
tanto, exhortó a la población a unirse a este plan de saneamiento y dejar de contaminar; pues de poco servirá tener
información, tecnología, recursos e inteligencia, si todos los días se siguen
contaminando las catorce barrancas existentes, desde de la Malinche hacia la
presa de Valsequillo.
“De nada nos
sirve buscar especialistas internacionales, sumar esfuerzos del Gobierno y la
sociedad civil; si los mismos poblanos son los que siguen ensuciando el río”,
señaló.
La presentación del seminario estuvo a cargo Dieter
Mutz, coordinador de Gestión Ambiental Urbana de la GIZ; una agencia alemana de cooperación técnica con 50 años de
experiencia en diferentes temas, como medio ambiente, desarrollo urbano,
económico y seguridad.
Mutz compraró
las estrategias aplicadas en los ríos Rhin (Alemania), Ganges (India)
y Atoyac (Puebla); donde comentó que para lograr el saneamiento de la cuenca alemana bastaron 20 años, la India
lleva más de 30 años sin éxito y la mexicana poco más de 20 años sin resultados
considerables.
“Quizás el
punto clave en el rescate del río Rhin fue la identificación de los sitios de riesgo y ese fue
un trabajo en conjunto del gobierno, los estados y empresarios”, explicó el
experto alemán.
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