Ofrecimientos
de ajuste salarial por debajo de la inflación detuvieron las negociaciones en los
sectores industriales de autopartes y de alimentos, pues para este año se fijó
un piso mínimo de 7 por ciento de aumento en las revisiones, reconoció el
dirigente de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) Leobardo Soto
Martínez.
“La
rama automotriz es la que más nos ha costado en incrementos salariales, hay que
decirlo claramente. Hemos suspendido las revisiones en varias ocasiones,
incluso, hemos acordado que las próximas revisiones serán en marzo y no en
enero. En la rama alimenticia, con toda la problemática en Estados Unidos ha
presentado algunas situaciones difíciles, esperamos destrabarlas en próximos
días”, señaló el dirigente.
Ambas
ramas industriales ofrecen a los obreros aumentos salariales entre 3 y 4 por
ciento, cifras menores a la inflación que
registra el estado de Puebla que es del 4.10 por ciento, lo cual “considero que no nos ayuda en nada”, dijo
Soto Martínez.
Será en
esta semana cuando reanuden las pláticas de negociación con la parte patronal,
toda vez que son 40 revisiones las que están pendientes, que involucran a 15
mil trabajadores.
De no
lograr el piso mínimo de ajuste fijado por la CTM, se plantean alternativas en prestaciones,
como bonos de productividad que estimulen mayores ingresos a los trabajadores.
“Hay
que recordar que desistimos de los emplazamientos (a huelga), como un acuerdo
de voluntades para dar toda la confianza a los empresarios”.
En lo
que va de este año, en los diferentes ramos industriales se han obtenido
aumentos salariales entre 7 y hasta 12 por ciento.
La CTM
en Puebla cuenta con poco más de 500 contratos colectivos, de los que 30
corresponden al sector de autopartes.
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