México y
otros 24 países -a través de sus embajadores en Estados Unidos- hicieron un
llamado al Congreso y Senado estadounidenses para que no apliquen incentivos
fiscales a los consumidores que compren vehículos eléctricos producidos en el
país del norte, ya que ello va en contra de los acuerdos comerciales
internacionales y es discriminatorio.
Actualmente,
el Congreso de Estados Unidos discute, como parte del paquete de reconciliación
presupuestaria 2021-2022, otorgar créditos fiscales a los ciudadanos de ese país
para que adquiera autos eléctricos únicamente ensamblados en EU, con el
argumento de que así se acelera la adopción de dicha tecnología en favor del
ambiente.
Por
ello, países que destacan por su producción automotriz, como México, los
europeos y los asiáticos, enviaron el 30 de octubre una carta a los legisladores de
Estados Unidos en la que señalan que dicha medida “trata de manera
discriminatoria a los productores automotrices extranjeros”, y va en contra de
los compromisos comerciales internacionales.
Incluso,
en lugar de beneficiar al ambiente atenta contra el objetivo de alcanzar un
rápido despliegue de nuevas tecnologías sostenibles.
Si EU
aplica el ‘beneficio fiscal’, entonces condiciona a los consumidores de su país
a “solo dos vehículos elegibles al crédito completo” frente a los más de 50
vehículos eléctricos que están disponibles a nivel mundial, y así no se podrá
alcanzar el objetivo de disminuir las emisiones de carbono.
Además,
advierten los embajadores en su carta, si el país del norte adopta dicha medida
violaría el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), y amenaza
“el espíritu y buena voluntad en él plasmados para construir una relación
comercial con sus socios de América del Norte basada en la confianza y con el
objetivo de impulsar una agenda comercial y de inversión positiva”.
Los
diplomáticos exhortan al Congreso estadounidense a que busque una vía alterna
para acelerar el uso de vehículos eléctricos, pero no a base de incentivos que
son discriminatorios para otros países o fabricantes.
La
carta está firmada por los embajadores de México, Canadá, Unión Europea,
Alemania, Austria, Bélgica, Chipre, Corea del Sur, Croacia, Eslovenia,
Eslovaquia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Irlanda,
Italia, Japón, Malta, Polonia, República Checa, Rumania y Suecia, y fue enviada
a la vocera de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, al
congresista republicano Kevin McCarthy, al líder de la mayoría en el Senado, el
republicano Mitch McConnell, y al senador demócrata Charles Shumer,
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