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En este 2018, Puebla alcanzó una producción total de 1 millón 840 mil 047 toneladas de caña de azúcar, cuyo valor asciende a los mil 416 millones pesos.
Durante este año se sembraron 15 mil 961 hectáreas, entre 21 municipios del estado, de las que se obtuvieron 70 mil 553 toneladas más, respecto al año pasado, siendo Izúcar de Matamoros, Chietla, Tilapa, Coxcatlán y Tepeojuma los municipios que más aportaron a la producción, de acuerdo a datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).
En los últimos tres años la producción ha crecido ligeramente, la entidad poblana ocupa el décimo lugar en la obtención de caña de azúcar, manteniendo el primer lugar el estado de Veracruz, seguido de Jalisco, San Luis Potosí y Oaxaca.
La delegación de la Sagarpa precisó que el jueves 8 de noviembre inició la zafra 2018-2019 en los municipios pertenecientes al Distrito de Desarrollo Rural 06 de Izúcar de Matamoros, abarcando una superficie de 15 mil 500 hectáreas y con una producción estimada de un millón 700 mil 750 toneladas de caña procesada, obteniendo un rendimiento de 117 toneladas por ha., es así, que con el paso de los días, la molienda de caña en el ingenio ubicado en Atencingo, se estará nivelando hasta llegar a su máxima capacidad de producción.
A través de la dependencia federal se apoyó a trabajadores del cultivo pertenecientes a las localidades de Chietla, Izúcar de Matamoros y Atencingo, resaltando la entrega de tractores por un monto de 3 millones 575 mil pesos.
El volumen obtenido en los 51 ingenios distribuidos en 15 estados del país: Campeche, Chiapas, Colima, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Tabasco, Tamaulipas y Veracruz, ha permitido al país destacar como el 7mo productor mundial del fruto, exportándolo a mercados de Canadá y Estados Unidos principalmente.
En México la zafra comienza en noviembre y finaliza en julio del siguiente año. Dado que es un cultivo cuya siembra, recolección y procesamiento requiere de mucha mano de obra, representa una relevante fuente de empleo.
La caña se utiliza principalmente para la obtención de azúcar, aunque también se convierte en materia prima para la fabricación del papel, cemento o bien como abono o alimento animal, mientras que una pequeña cantidad se destina a la venta como fruta de estación, consumiéndose mayormente en la temporada navideña para las piñatas y el tradicional ponche. Los jugos que se obtienen en el proceso de producción, pueden emplearse en la elaboración de alcohol industrial y de bebidas alcohólicas.
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