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Los apicultores poblanos alcanzaron una producción de 2 mil 168.50 toneladas de miel, la cual se vende en Alemania, Estados Unidos y Japón, principalmente.
En Puebla 3 mil 288 productores manejan 105 mil 790 colmenas, cuya etapa de producción es estacional, de marzo a mayo y de septiembre a diciembre.
Con el volumen de 2 mil 168.50 toneladas al año del dulce, Puebla es el octavo mayor productor del país, según datos del Sistema Nacional de Información para el Desarrollo Rural Sustentable (Siap).
Son diez municipios en la entidad poblana los principales productores de miel: Atlixco con 125.10 toneladas, Acatzingo 94.91, Chalchicomula de Sesma 85.93, Puebla 65.37, Izúcar de Matamoros 56.10, Tlacotepec de Benito Juárez 55.18, Tepeaca 48.24, San Gregorio Atzompa 42.24, Tecamachalco 41.99, y Palmar de Bravo con 40.92 toneladas.
Además, los apicultores no solo comercian este endulzante, también generan productos derivados de la colmena, tales como polen, jalea real, propóleos, cera, así como subproductos, champú, jabones, cremas, jarabes, pomadas, cosméticos y dulces, entre otros.
La miel es una solución sobresaturada de monosacáridos simples donde predominan la fructosa y glucosa, y en menor proporción, una mezcla compleja de otros hidratos de carbono, enzimas, aminoácidos, ácidos orgánicos, minerales, sustancias aromáticas, pigmentos, cera y polen.
La consistencia de la miel en sí puede ser líquida, cremosa o sólida; puede estar parcial o totalmente cristalizada.
Los principales compradores de miel mexicana en el mundo son países altamente consumidores como Alemania, Estados Unidos de América, Reino Unido, Bélgica, Suiza, Arabia Saudita, Países Bajos, Japón y España, entre otros, quienes prefieren el sabor y la calidad de este producto mexicano.
El Día Mundial de las Abejas se conmemora este 20 de mayo, con el objetivo de estimular el cuidado y proliferación de este insecto, ya que es importante en la cadena alimenticia. La miel es el producto alimenticio producido por las abejas melíferas a partir del néctar de las flores o de las secreciones procedentes de partes vivas de las plantas o de excreciones de insectos succionadores de plantas que quedan sobre partes vivas de plantas, que las abejas recogen, transforman, combinan con sustancias específicas propias, almacenan y dejan madurar en los panales de la colmena.
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