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Con la donación de 600 kilos de semillas de maíces híbridos por parte de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN) a la Fundación de Producción Orgánica del Empleado Rural (Fupuer) de Ciudad Serdán, la Sagarpa participará en el proyecto de aumentar la productividad hasta por lo menos un 25 por ciento de los actuales volúmenes.
Rodolfo Juárez Cruz, director de la Fupuer, y Enrique Ramírez Berriel, regidor de Agricultura y Ganadería en el ayuntamiento de Ciudad Serdán, dieron a conocer que a través de gestiones realizadas en la Universidad “Antonio Narro” en los próximos días se entregarán las semillas a más de 20 mil productores del ejido más grande de la república dentro del “Paquete de Mejoras Tecnológicas”.
De igual manera, indicaron que el proyecto que aplicará Sagarpa en Puebla incluye la instalación de un laboratorio de reproducción de micro-organismos benéficos, así como de un laboratorio de análisis de suelos con la cooperación del Instituto Tecnológico de Ciudad Serdán.
La zona oriente del estado de Puebla es importante en cuanto a superficie sembrada, 30 mil hectáreas de maíz entre Tlachichuca y Serdán, pero al ser de temporal los rendimientos son bajos, es por ello que el paquete de mejoras comprende la introducción de variedades mejoradas que impacten en la elevación de la productividad, por lo menos en un 25 por ciento de lo que se tienen hoy en día.
El programa se aplicará en 50 hectáreas de parcelas muestra, correspondientes a la región de Tlachichuca y Serdán.
Asimismo, Rodolfo Juárez señaló que dentro del paquete de mejoras hay tres partes muy importantes: la primera es la inoculación de esta semilla mejorada con microorganismos benéficos, con ello se puede reducir la cantidad de fertilización química hasta en un 30-40 por ciento con buenos resultados, se incrementa la productividad, al suelo se le da también un refresco de la flora y se restablece el ecosistema del equilibrio.
Explicó que es importante que el suelo tenga “equilibrio”, porque estos microorganismos solubilizan minerales que están secuestrados, forman compuestos que son indisolubles para las plantas y por lo tanto no los pueden absorber, también solubilizan materia orgánica y esto mejora la calidad del suelo para futuras cosechas.
La otra parte importante es el uso de biofertilizantes, que ya han sido probados en otros cultivos, como ornamentales y hortalizas, pero lo mejor de todo es que son biofertilizantes artesanales.
Es decir, el productor fácilmente puede aprender a elaborarlos, y así desarrollar sus capacidades para que en el futuro no sea tan dependiente de la fertilización química.
Estos biofertilizantes son compostas, se elaboran con materiales que tienen en el mismo centro de producción, en el mismo centro de cultivo que están compuestos con estiércol de ganado, desechos incluso de la casa, desechos orgánicos y también incorporación de microorganismos en la misma composta.
Finalmente, una parte muy importante es la comercialización, muchas veces aunque tengan una excelente producción no hay donde venderla o el precio al que se vende es muy bajo y no genera ganancias al campesino.
Por ello se impartirán talleres de comercialización y de hacer agricultura por contrato, en la zona hay varias empresas establecidas como Granjas Carroll de México y otras empresas avícolas que bien pueden adquirir las cosechas.
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