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Armando tus finanzas

Armando Valerdi



Economía mundial desequilibrada

16/6/2016

Dentro de los cambios que se siguen observando y que están contribuyendo a la gran volatilidad de los mercados está sin duda el mencionado recientemente por Hyun Song, asesor económico y jefe de investigación del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés), y que se refiere a la regla conocida como la paridad de intereses cubierta.

Dicha regla asegura que las tasas de interés implícitas en los mercados de divisas sean consistentes con las de los mercados de dinero; no obstante Hyun Song considera que esta relación se rompió durante el estrés de la crisis financiera y por las desviaciones que han reaparecido en los últimos 18 meses con la fortaleza del dólar.

Como se ha mencionado en varias ocasiones y por un buen número de analistas, la fortaleza del dólar estadounidense está creando muchas tensiones en los mercados financieros globales, y no sólo a las economías emergentes, como nuestro país, que están sufriendo, sino también esta tormenta volátil está sacudiendo a los países desarrollados.  

De acuerdo a lo mencionado por Hyun Song esta ruptura de la regla refleja las tensiones creadas por la divergencia de la política monetaria entre los principales bancos centrales y el fin de la política monetaria laxa de la Reserva Federal, todo ello en el contexto de la función especial del dólar en el sistema financiero mundial.

Hyun Song advierte que la fortaleza del dólar seguirá creando anomalías, entre las que podemos observar a monedas, como el euro y el yen, tratan de seguir sus pasos, por lo que las condiciones del mercado de divisas no son las que normalmente se tenían.

Recordemos que a partir del 15 de agosto de 1971 cuando el presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, anunció la suspensión temporal del patrón dólar-oro –que a la postre resultó definitiva- y a partir de ese momento las divisas fluctuaron en el mercado por oferta y demanda, libre o intervenida.

Todo esto se debió a que la naturaleza del dinero tuvo uno de los cambios más profundos, pues el proceso de producción dejó de ser impulsado por el ahorro y la inversión, al tiempo que el crédito y el consumo son -desde entonces- los impulsores no solo de las finanzas sino de la economía internacional hasta la crisis del 2008, año en que ese modelo perdió el equilibrio que aún no puede recuperar, y lo que realmente se observa es que el modelo llegó a su fin.

Hasta el momento es muy difícil saber qué camino tomarán las finanzas y la economía global, y en dónde quedará el liderazgo económico mundial.

Dentro de este entorno, en nuestro país la volatilidad en la cotización y valor de las monedas está causando confusión y desconfianza, debido a que estamos siendo testigos de un fenómeno financiero que en otras épocas fue parte importante de las crisis económicas y financieras que vivimos en el pasado.

Por ejemplo, hace unos días el Inegi dio a conocer la inflación del mes de mayo, que fue de 2.6 por ciento a tasa anual y a nivel mensual hubo una deflación de 0.45 por ciento.

Este dato con relación a la devaluación del peso ante el dólar nos pone en un serio reto de aceptación y credibilidad, debido a que en el mes de mayo el dólar aumento de precio en relación a nuestra moneda en un 7 por ciento, además de que ya en los doce meses anteriores se había depreciado 20 por ciento.

En otras épocas este diferencial se habría reflejado en forma inmediata en los precios de los productos, llevando a un incremento de la inflación que en el dato dado a conocer no se refleja.

Sin duda nos confunde que el valor del dólar haya crecido en forma relevante y que la inflación no lo refleje; aunque no necesariamente la inflación debe subir al ritmo al que lo hace la devaluación, pero de todos modos parece que el efecto devaluación-inflación no está funcionando, como sí lo hace el efecto dólar-petróleo.

No obstante no hay que dejar de lado algunos datos como son: el que las importaciones de bienes de consumo aumentaron y que el incremento del precio del dólar debería de verse reflejado en los precios, no obstante alguien está absorbiendo cuando menos en unos cinco puntos adicionales a la inflación reportada.

Los empresarios están absorbiendo esos cinco puntos, debido a que la tasa de inflación al productor llega al 7.38 por ciento, por lo que posiblemente los empresarios afectados han decido por el momento y de acuerdo a su planeación, que no es conveniente el incremento a los precios, confiando en que el precio del dólar no se incremente y se mantenga más allá de los 19 pesos por dólar.

Hay que tomar en cuenta la desinformación que existe en muchos medios de información y en donde sobresalen las redes sociales, en donde cada vez nos muestran que debemos de interesarnos por conocer más de los temas que influyen en nuestra vida y no caer en falsos argumentos que nos hagan actuar como autómatas desconectados con la realidad y nos lleven a pérdidas mayores en nuestras finanzas personales.

Gracias.

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