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Armando tus finanzas

Armando Valerdi



Desconfianza

19/3/2015

Según los informes del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico indican que la economía mundial creció el año pasado 3%, lo que sigue mostrando que aún no se sale del profundo hoyo en el que cayó desde 2008, lo que se confirma con lo anunciado por el FMI que reviso a la baja el crecimiento de la economía mundial para este año en 3.5%, de un 3.8% que había pronosticado a final del año pasado, al respecto dijo que “esperaba que el crecimiento de la economía mundial para este año será mejor que el del año pasado, pero no tan bueno como lo habíamos pronosticado”.

Al parecer la causa principal por las que la economía no crece como se pensaba, se debe a que hasta el momento la única economía que está impulsando el crecimiento es la estadounidense, mientras que las otras que lo impulsan como la China, Europa y Japón se encuentran tratando de concretar su recuperación.

Por lo que se refiere a la economía de Estados Unidos y su desempeño positivo se vincula con la mejora en  el nivel del empleo, lo que hace suponer como la razón principal de la recuperación del consumo interno de los hogares, aun cuando también hay que considerar que las condiciones de la baja del petróleo han beneficiado al consumo, debido a la baja de la gasolina y otras fuentes de energía que ha llevado a generar ahorros que se calculan en aproximadamente 700 dólares mensuales por persona, lo que le ha dado mayos poder adquisitivo, lo que llevo al aumento del consumo.

Por otro lado, la otra cara de la moneda, la podemos ver en la eurozona, debido a que las condiciones de empleo no mejoran y eso se traduce en la caída de la confianza del consumidor y de los inversionistas, lo que lleva al estancamiento de la economía. Por su parte Japón no anda tan lejos de lo que acontece en la eurozona y nuevamente muestra condiciones de estancamiento.

China, el otro motor económico y considerada como la economía más grande del mundo, sigue su tránsito hacia un crecimiento más estable con un probable crecimiento para este año de 7%.

Todo este panorama llevará a que economías emergentes como Brasil o Rusia, integrantes junto con China, India y Sudáfrica, del famoso grupo BRICS, resientan estos efectos y sus economías muestren problemas para mantenerse en crecimiento.

Como podemos apreciar por los diferentes informes presentados el entorno económico internacional sigue mostrando debilidad, lo que acompañado de la volatilidad de los mercados y monedas, así como de la baja de precios de las materias primas, sigue causando incertidumbre y desconfianza de inversionistas y consumidores.

Ante este entorno internacional es importante ver cómo está reaccionando la economía mexicana, para empezar me referiré a lo que muestra la reciente encuesta sobre las expectativas de los especialistas en economía del sector privado publicado recientemente por el Banco de México y que corresponde al mes de febrero pasado.

En lo que se refiere al crecimiento económico de nuestro país, los especialistas han reducido sus expectativas, tanto para este año como para el siguiente, para 2015 de un 3.29% en enero a un 3.08% en febrero, para 2016 de 3.80% a 3.63% en febrero.

Como podemos apreciar para los especialistas en economía el crecimiento será menor a lo que habían previsto el mes anterior, esperamos que esto no comience  a marcar una tendencia a la baja, como ha sucedido en los dos años anteriores.

Sin duda la influencia del entorno afecta a la economía mexicana, sin embargo habrá que considerar la parte externa que sí puede seguir beneficiando a la economía mexicana y me refiero a lo que sucede con la economía estadounidense, que se considerada como un factor positivo para nuestra economía.

No obstante, como hemos podido observar hasta ahora eso no es suficiente para que la economía mexicana crezca y pueda satisfacer lo que esperamos todos los mexicanos, que entre otras cosas, es la creación de puestos de trabajo que reúnan las condiciones de trabajo decente como lo propone la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que lleve a mejorar la vida de los mexicanos.

Sin embargo, hasta hoy eso solo es una esperanza, porque en nuestro país el empleo es insuficiente, el salario cada vez es menor y porque las condiciones de mantener un empleo digno en condiciones de prestaciones es cada vez más difícil de encontrar, por lo que podemos entender porque el mexicano cada vez  confía menos no solo en materia económica sino en la mayoría de los actos que realiza el sector público.

Este aspecto, de debilidad de la confianza de la población mexicana, ha sido reconocida tanto por el presidente Enrique Peña Nieto como por el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, que señalo recientemente en una entrevista al Financial Times el pasado 16 de febrero, en donde menciono  que México atravesaba por una crisis de confianza que no permitía crecer al mercado interno como se había estimado originalmente, diversas decisiones ya estaban tomadas, que ahora conocemos poco a poco y que forman parte de una estrategia de mediano plazo para recuperar la confianza.

No obstante, que se ha empezado a reconocer el deterioro de la confianza, eso no basta, por lo que  son necesarias más acciones que lleven a encontrar el camino perdido de la confianza.

En este contexto, David Konzevik, opina que la mejor decisión tomada fuera de tiempo es tan mala como la peor, y que en política es muy importante tener presente el sentido del “timing”, es decir, la capacidad para saber en qué momento hacer o dejar de hacer, decir o dejar de decir, sobre todo cuando un factor como la confianza se ha deteriorado tanto.

Stephen M. R. Covey, nos dice que hay un valor que lo cambia todo, y ese valor es el factor confianza.

Covey también nos dice que Hay algo que tienen en común cada individuo, relación, equipo, familia, organización, nación y civilización en todas partes del mundo; algo que, si desparece, acaba con el gobierno más poderoso, la empresa con más éxito, el liderazgo, más influyente, la amistad más sincera, el carácter más fuerte, y el amor más profundo”, y ese algo que puede hacer que todo se acabe cundo se debilita o desmorona, es el factor confianza.

Como lo  podemos observar tanto en lo que se refiere en la economía estadounidense en donde la confianza del consumidor y del inversionista se traduce en crecimiento, como por el otro lado ese mismo factor confianza en la zona euro se traduce en condiciones económicas que no mejoran y se traducen en estancamiento.

Sin duda el factor confianza en muchos lugares del mundo, así como en casi todas las instituciones de la sociedad y en la mayor parte se ha reducido notablemente con respecto a la generación anterior y, en muchos casos, se sitúa en mínimos históricos, lo que hace que sea un verdadero reto para toda sociedad actual trabajar para lograr recuperar o fortalecer el factor confianza, para lo cual es importante considerar lo que Mahatma Gandhi dice al respecto, “En el momento que existen sospechas sobre las motivaciones de una persona, todo lo que hace queda contaminado”.

Gracias 

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