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Armando tus finanzas

Armando Valerdi



Seis años de la Gran Recesión

18/9/2014

avalerdir@hotmail.com


El 16 de este mes se cumplieron seis años de haberse detonado la peor crisis financiera que ha vivido el mundo desde la Gran Depresión del siglo pasado. La burbuja explotó en 2008, dando inicio a una nueva depresión, como la llama Richard Duncan.

Allá por 2009 a la crisis actual se le denominó La gran recesión, con la intención de distinguirla de crisis anteriores debido a su magnitud, pero sin llegar a aceptar que podría ser igual o peor a la gran depresión de la década de los treinta en el siglo pasado.

Hoy después de seis años, el mundo económico no recupera su crecimiento, se mueve en forma lenta y compleja, por lo que hay que tomar en cuenta un escenario en donde todavía pasen más años para su recuperación, algunos especialistas mencionan 2018 otros menos optimistas 2025.

Sin duda eso se ve preocupante, los efectos en la población pueden ser aún más graves, en términos de empleo, salario, salud y desigualdad, en suma en bienestar, para los dirigentes políticos, significa inestabilidad.

Pero ¿qué pasó y que puede pasar?

En 1999 en la conferencia pronunciada por Robert A. Mundell al recibir el Premio el premio Nobel de Economía, mencionó que, “un tema fundamental de mi discurso de hoy es el papel de Estados Unidos en lo que acertadamente se ha denominado el «siglo americano». Quiero poner de manifiesto aquí el papel del factor monetario como determinante de los acontecimientos políticos. Más concretamente, mostraré que muchos de los cambios políticos de este siglo han sido causados por perturbaciones en el sistema monetario internacional que han sido escasamente entendidas, perturbaciones que, a su vez, han sido consecuencia de la expansión de Estados Unidos y de los errores de su brazo financiero, el Sistema de Reserva Federal”.

Mundell divide dentro de este contexto el siglo en tres partes casi iguales y bien diferenciadas.

La primera, de 1900 a 1933, es la historia del patrón oro, su fracaso durante la guerra, su fallida restauración en los años veinte y su desaparición en los primeros treinta.

La segunda parte, de 1934 a 1971, comienza con la devaluación del dólar y la fijación del precio del oro en 35 dólares la onza, y finaliza cuando Estados Unidos suprime la paridad del dólar con el oro.

La tercera parte del siglo, de 1972 a 1999, comienza con la instauración de tipos de cambio flexibles y continúa con el consiguiente estallido de la inflación galopante y el estancamiento económico de los años setenta, la aplicación de la economía de la oferta, en la década de los ochenta, y el regreso a la estabilidad monetaria y el nacimiento del euro, en la década de los noventa. El siglo termina, sin embargo, con nuestro sistema monetario en déficit, en contraste con la primera década del siglo, y eso es señal de que hay tareas pendientes para las décadas que se avecina.

Una fecha clave para entender lo que hoy sucede en la economía estadounidense y su repercusión en la mundial es el 15 de agosto de 1971, en donde el presidente Nixon se enfrentó a las peticiones del Reino Unido y otros países para que convirtiese dólares en oro, Nixon suprimió la convertibilidad del dólar con el oro, cerrando la «ventanilla de oro» en la cual los dólares eran cambiados por oro a los bancos centrales extranjeros.

Cuando el oro dejó de respaldar en Estados Unidos al dólar, la naturaleza del dinero cambio, dando como resultado la proliferación del crédito, que no solo transformó las dimensiones y la estructura de la economía de Estados Unidos sino que también trajo consigo una transformación del propio sistema económico. El proceso de producción dejó de ser impulsado por el ahorro y la inversión, y el crédito y el consumo ocuparon su lugar.

Otro momento importante para entender la crisis actual, fue la "reaganomics", impulsada por Ronald Reagan que como presidente introdujo nuevas y osadas iniciativas políticas y económicas, que se caracterizó por la desregularización del sistema financiero y por las rebajas substanciales de impuestos implementadas en 1981.

Y bueno de ahí para adelante. Los secretarios del Tesoro en común acuerdo con los presidentes de la Reserva Federal estadounidense propiciaron la desregulación, llegando a aceptar las famosas hipotecas subprime, que alcanzaron calificaciones similares a los de los bonos del gobierno federal de Estados Unidos, siendo que los operadores de las mismas las consideraban como basura. Todo es todo esto unido a la necedad Hank Paulson y de Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal, para evitar la bancarrota de Lehman Brothers, y así el 16 de septiembre de 2008 comenzó el derrumbe.

A futuro aún se ve difícil, sobre todo si tomamos en cuenta tres aspectos fundamentales, que el crecimiento del crédito es importante para que la economía crezca, esto se ve difícil debido al alto endeudamiento de países, empresas y hogares; el otro aspecto son empleo y salarios deprimidos, y tampoco se ve un panorama en donde la solución sea rápida, y por último la brecha de desigualdad que se sigue ampliando.

Gracias.

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