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Armando tus finanzas

Armando Valerdi



Pensiones y contratos colectivos


7/8/2014

avalerdir@hotmail.com

Sin duda hay muchas novedades en el ámbito del cambio que vivimos, pero vayamos con calma y empecemos con lo que para este momento parece más sobresaliente, y eso es lo que sucede en el ámbito nacional.

Los diferentes resultados que están arrojando las discusiones acerca del conjunto de Reformas que se iniciaron el año pasado, sin duda cambiarán el rumbo de nuestro país, la interrogante en este momento sigue siendo ¿Cuál será  su profundidad y que dirección tomará?

Por el momento algo que se ha puesto en el centro de la discusión se refiere al monto de los llamados pasivos laborales, tanto de Pemex como de la CFE, sobre todo si estos serán absorbidos en su totalidad o solo parcialmente por el gobierno federal, lo que según cifras de los estados financieros de ambas instituciones, son de 1.15 billones de pesos para Pemex y 521 mil millones para la CFE.

Los pasivos laborales se basan en cálculos actuariales que en este caso tienen que ver con los compromisos contractuales que obligan a dichas instituciones al pago de pensiones o jubilaciones, tomando en cuenta el tiempo que habrá que pagar los sueldos y prestaciones de los trabajadores que obtengan ese derecho.

Uno de los puntos de desacuerdo, que realmente es más político que técnico, es que algunos legisladores no están de acuerdo en que el gobierno asuma el total de los compromisos, y sobre todo sin que modificación alguna a los contratos colectivos de trabajo.

Pemex y CFE no están en las mismas condiciones. La CFE en 2008 operó un cambio en su contrato que condujo a que los trabajadores de nuevo ingreso generen un esquema de ahorro individual, situación que hasta el momento no existe en Pemex.

Algo que le escuché decir ya en varias ocasiones al Senador David Penchyna, es que los pasivos laborales de Pemex y CFE pertenecen a empresas públicas, por lo tanto tarde o temprano las tendrá que reconocer el gobierno federal, cuestión que no se puede negar. La parte que corresponde a la modificación de loa contratos colectivos, es inevitable y necesaria

Sin duda, todo tiene una historia, y si los dirigentes de Pemex o bien las autoridades de los distintos gobiernos de cuando menos las últimas dos décadas hubieran tomando en cuenta lo que allá por la década de los noventa, el Dr. Santiago Levy, siendo subsecretario de egresos de la Secretaria de Hacienda,  advirtió que el monto de las pensiones de Pemex y CFE junto con las de los Estados y municipios, del IMSS y del ISSSTE; así como de Universidades públicas, representaban ya en ese momento un  mayor monto que la deuda pública, y que sin duda seguirán aumentando en forma importante-

Sin embargo, pocos tomaron en cuenta esa advertencia, a tal grado que un poco después al mantener su postura y claridad de cuál debía de ser el camino para empezar e resolver problema, le costó tener que renunciar a la Dirección General del IMSS en el 2005.

La otra parte de la historia va desde el inicio con el llamado Sistema de Reparto o Beneficio definido que funcionó de 1943 a 1973, que consistía en que las aportaciones de los trabajadores activos de la época financiaban el pago de pensiones de la población cuando ésta se retiraba.

Estos recursos resultaron insuficientes cuando se vieron rebasadas las cantidades que se tenían destinadas a dicho fondo en relación con el número de personas que exigía las pensiones del IMSS, lo que obligó a que en 1973 se reestructurara el sistema de pensiones del IMSS implementando un cálculo de pensión IMSS basado en al salario promedio de los últimos 5 años y el número de semanas cotizadas en las que el trabajador había realizado sus aportaciones.

En el año de 1992 se efectuó una reforma al Sistema de Pensiones, así nació el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), dando origen a las pensiones denominadas de Contribución Definida.

Posteriormente, en 1997 entra en vigor el Sistema de Administración de Fondos para el Retiro (AFORE), que está vigente.

Como podemos observar, desde hace décadas se tenían antecedentes de la necesidad de restructurar los contratos colectivos y no se hizo, se cayeron en irresponsabilidades, debido a no querer pagar un costo político, y dejar para que  siguiente gobierno cargara con el paquete.

Lo que podemos observar nuevamente es que dejamos que temas como éste se compliquen por dejar pasar el tiempo, y dejar que se conviertan en una bola de nieve.

Sin duda, material para este tema abunda, sin embargo nuestro espacio es limitado, por lo que por hoy concluiré con una reflexión de uno de los mejores expertos en la materia de pensiones.

“No debe existir pensión sin necesidad, ni necesidad sin pensión” (Francisco Miguel Aguirre Farías).

Gracias.

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