18/9/2023
El
paquete económico 2024 se caracteriza por tres aspectos fundamentales: 1) metas
fiscales que mantendrá finanzas públicas sanas al cierre del sexenio; 2) la
expectativa de una recaudación tributaria histórica máxima de 14.4% del PIB; y
3) una política de financiamiento responsable y transparente. Este paquete
representa el sexto y último presupuesto de la actual administración. En
general los supuestos macroeconómicos con lo que se construyó este paquete son
realistas en lo que se refiere al crecimiento económico, las tasas de interés,
la inflación, el tipo de cambio, etc.
El
paquete económico mantendrá el equilibrio fiscal a pesar de proponer una meta
de -1.2% del PIB para el balance primario del próximo año. Considerando que el
costo financiero será 3.7% del PIB en 2024, el balance público tradicional
mostrará un déficit de 4.9% del PIB mientras que los Requerimientos Financieros
del Sector Público (RFSP) se ubicarán en -5.4% del PIB. Resulta preocupante que
el déficit público estimado para el siguiente año sea el máximo desde 1990 No
obstante, la SHCP prevé que el Saldo Histórico de los RFSP sea 48.8% del PIB al
cierre de 2024. Este nivel en el concepto más amplio de deuda pública en México
permitirá que el gobierno federal y las empresas productivas del Estado no
tengan ningún problema para pagar los vencimientos de deuda el año entrante.
Es
importante mencionar que la apreciación del peso mexicano durante 2023
favorecerá el Saldo Histórico de los RFSP. La previsión de la SHCP señala que
este saldo será 46.5% del PIB al cierre de 2023. Usando la expectativa de
crecimiento del PIB real de 2.6% prevista por esta dependencia gubernamental
para el próximo año, cálculos propios muestran que sería necesario que los RFSP
fueran aproximadamente -3.5% del PIB en 2024 para mantener el saldo histórico
de estos requerimientos en 46.5% del PIB. Asimismo, este saldo podría
mantenerse en 46.5% del PIB en 2024 con los RFSP en -5.4% del PIB si el
crecimiento económico fuera 7.8% en 2024, lo cual consideramos muy poco
probable.
El
déficit público previsto por la SHCP para 2024 resulta preocupante y
sorprendente en un contexto en el que la propia dependencia gubernamental estima
que la economía mexicana crecerá por encima de su potencial (2.6% vs. 2.4%). Es
decir, la política fiscal sería procíclica y esto iría en detrimento de la
trayectoria de la deuda pública (% del PIB).
En
contraste, una política fiscal contracíclica, en la que se tuvieran déficits
públicos solamente cuando el crecimiento económico fuera menor al potencial,
promovería una mayor estabilidad en el cociente de deuda pública a PIB. México
podría seguir el ejemplo de Chile, el cual cuenta con una regla fiscal que
asegura un déficit estructural de cero en el mediano plazo. Este tipo de reglas
evita que la deuda pública (% del PIB) tenga una trayectoria ascendente al
promediar déficits con superávits públicos a través del tiempo.
Si bien
el gobierno federal prevé mantener el saldo de los RFSP constante en 48.8% del
PIB entre 2024 y 2029, la estrategia que propone resulta poco creíble dado que
en sus proyecciones el gasto de operación, el gasto de capital y el gasto no
programable se reducirán en 1.3, 1.1 y 0.6 puntos porcentuales,
respectivamente, entre 2024 y 2025. Lo anterior haría posible que los RFSP se
ubicaran en -2.6% del PIB en 2025.
Asimismo,
no parece sostenible para las finanzas públicas de un país que recaude 14.4%
del PIB, que el gasto en desarrollo social sea 12.8% del PIB. Esto reduce el
margen de maniobra para gastar en otros rubros del gasto del gobierno federal.
Por su parte, resulta preocupante que el paquete económico contemple un recorte
de 55.8% en el gasto real de salud. Dado que el sistema de salud pública tiene
muchas deficiencias, habrá una enorme presión de gasto en salud sobre la
siguiente administración pública federal.
Valoración
Ante la
previsible fragilidad en las finanzas públicas en los próximos años por las
presiones derivadas de los programas sociales, el continuo apoyo a Pemex, el
deterioro de la infraestructura debido a la falta de mantenimiento, el costo
financiero de la deuda y el pago de pensiones públicas, será necesario que el
siguiente gobierno federal diseñe e implemente una reforma fiscal que aumente
los ingresos tributarios. Sería aún más deseable que esta reforma fuera de gran
calado, buscara reducir la informalidad y contemplara una mayor eficiencia en
la ejecución del gasto público.
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