10/3/2023
El 4 de
marzo se celebró el Día Mundial de la Obesidad, entendida como una enfermedad
crónica y progresiva (de largo plazo que crece, se disemina o empeora) en la
que el exceso de grasa corporal puede ser perjudicial para la salud ocasionando
riesgo para el desarrollo de otras enfermedades como diabetes tipo 2,
hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, entre otras. Entre las
causas más comunes del sobrepeso y la obesidad se encuentran principalmente los
hábitos alimenticios y la falta de ejercicio, y de acuerdo con la Encuesta
Nacional de Salud y Nutrición 2021, en México poco más de siete de 10 personas
adultas tienen estas problemáticas.
Tanto
las finanzas, como la obesidad y el sobrepeso, comparten el uso del
“auto-control”. En el caso de estas últimas, hay tratamientos relacionados con
la disminución del consumo de ciertos alimentos o la necesidad de hacer
ejercicio, actos que necesitan estar acompañados de un fuerte auto-control no
sólo para llevarlos a cabo sino para mantenerlos en el largo plazo. En el caso
de las finanzas, ocurre algo similar, si se desea ahorrar para mejorar la salud
financiera o porque se padecen problemas financieros, se debe tener
auto-control en el consumo de bienes y/o servicios que pudieran ser “no
necesarios”, como ocurrió a inicios de la pandemia, donde el 95.3% de los
adultos que tuvieron una afectación económica derivada del covid-19 optaron por
reducir sus gastos.
Asimismo,
las finanzas y la obesidad podrían interactuar de diferentes maneras; por
ejemplo, si no se mejora, en el largo plazo hay susceptibilidad de choques en
el ingreso; o también podrían ser útiles para generar estrategias de control de
peso.
En el
caso de los choques en el ingreso, el sobrepeso y la obesidad generan riesgos
de enfermedades graves que no sólo impactan en el gasto familiar por
medicamentos, hospitales y materiales especiales para su tratamiento, sino
también hay estudios que confirman que las enfermedades crónicas y la
dificultad para llevar a cabo actividades de la vida diaria podrían afectar el
desempeño laboral.
Por
otro lado, el ahorro podría ser un instrumento útil contra el sobrepeso y la
obesidad. Se sabe que una parte de estos problemas son causados por el exceso
de consumo de ciertos alimentos altos en grasa y azúcares, por lo que una forma
de contribuir al auto-control es etiquetar y ahorrar el dinero de lo que no se
está consumiendo en exceso; por ejemplo, si se tiene un antojo por comer o
tomar un alimento alto en grasa o azúcares, primero se identifica ese antojo,
luego se le pone precio (o costo) y, en lugar de comprarlo, se toma ese dinero
y se ahorra en alguna cuenta o alcancía con la finalidad de utilizarlo para
alcanzar una meta financiera de mediano plazo.
El Día
Mundial de la Obesidad, además de generar conciencia del daño que podría tener
la salud de una persona al exponerse al sobrepeso u obesidad por periodos
prolongados, abre una oportunidad de reconocer no sólo las posibles
afectaciones en el gasto que se pudieran tener en el futuro, sino también
aprovechar en el presente las finanzas personales como un pretexto para lograr
objetivos en salud física y financiera.
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