29/11/2022
Recientemente
asistí a la Expo Mundial de la Recreación en Orlando, Florida USA. Espectacular,
enorme y, después de la pandemia, recuperó y superó el número de visitantes y
expositores.
Hablando
específicamente de los expositores, me llamó la atención que algunas son
compañías especializadas únicamente en una sola línea de productos; por ejemplo,
vi a una compañía especializada en cuerdas y redes de todo tipo, de nylon, de
diámetros para diferentes resistencias, así mismo redes con diferentes grados
de abertura, tejidas convencionalmente o entretejidas, etc. Lo impresionante es
que solamente venden cuerdas y redes.
Están
plenamente enfocados a su mercado y cubren las necesidades del cliente.
Esta
empresa es un ejemplo de enfoque empresarialmente hablando, en otras palabras,
está especializada. Platicando con los dueños, les comenté que ellos mismos
pueden fácilmente manufacturar los módulos infantiles que llevan cuerda y
redes.
Se ve
fácil pero no lo es, me contestaron. Se requiere de otros elementos como
maquinaria metalmecánica, pintura, etc., sobre todo de diseño. Así que es otra
línea de negocio para otro mercado. Preferimos estar enfocados en cuerdas y
redes, fue su respuesta.
A partir
de lo anterior, no hay que olvidar que existen numerosas razones que llevan a
una organización a perder su enfoque.
Falta de
una clara definición de la misión empresarial, el desconocimiento de la visión
hace que los directivos lleguen a otras actividades, para los cuales la empresa
no está capacitada.
Búsqueda
de nuevos negocios para incrementar utilidades.
El
síndrome del todo poderoso, es cuando llegas a alcanzar el éxito, y es justo
cuando tienes más tentación de incursionar en otros negocios.
El éxito
de ayer genera la creencia de poder hacer otro tipo de negocios muy diferentes
a tu ramo.
El
empresario que todo lo puede llevar a abrir muchos frentes, hace de su
organización que no tenga el control y se vuelva una organización obesa.
“Zapatero
a tus zapatos” dice el refrán.
Y
seguramente el empresario por tener ansias de poder, de vender más, de amasar
grandes fortunas, el tener muchos empleados lleva al empresario a caer en el
“desenfoque”.
En
contraposición está la frase “No pongas todos los huevos en una misma canasta”.
Te
comento, si no quieres caer en desenfoque, hay que valorar en qué puedes,
quieres y debes de incursionar en otras ramas, separando claramente las
actividades, con otra razón social, con otra marca, con otros directivos y
sobre todo hacerlos responsables de la generación de resultados.
¿Y tú, en
qué paso estas?
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