12/9/2022
Después de haber registrado un superávit de 27.1 mil millones de dólares
en 2020, la cuenta corriente se revirtió y mostró un déficit de 4.8 mil
millones de dólares en 2021. En términos de PIB, el déficit de cuenta corriente
se ubicó en 0.4%.
La información correspondiente al segundo trimestre de 2022 indica que
la cuenta corriente registró un déficit de 0.7 mil millones de dólares, cuya
cifra anualizada equivaldría a 0.2% del PIB. Para 2022 prevemos que la cuenta
corriente muestre un déficit de aproximadamente 12.0 mil millones de dólares (0.8%
del PIB).
Al analizar el comportamiento de la cuenta corriente correspondiente al
segundo trimestre de 2022, esta registró un menor déficit que en el primer
trimestre de 2022. Ello se explica principalmente por el menor déficit en la balanza
de ingreso primario y, en segunda instancia, por el mayor superávit en la
balanza de ingreso secundario.
Cuando comparamos el comportamiento de la cuenta corriente durante el
segundo trimestre de 2022 vs. el mismo lapso del año previo, podemos notar que
en esta ocasión se registró un déficit debido principalmente al déficit en la
balanza de bienes y, en segundo lugar, al mayor déficit en la balanza de
servicios.
El déficit en la balanza de bienes del segundo trimestre de 2022 fue
8,126 millones de dólares vs. un superávit de 2,811 millones de dólares en el
segundo trimestre de 2021. Si bien la balanza comercial suele ser fuertemente
contracíclica en economías emergentes, el déficit comercial observado en el
segundo trimestre de 2022 se debió principalmente al saldo negativo de 10,179
millones de dólares registrado en la balanza de productos petroleros. Este
déficit en la balanza petrolera es el mayor déficit trimestral observado desde
el cuarto trimestre de 2014, periodo a partir del cual la balanza petrolera se
hizo deficitaria.
Con relación a la Inversión Extranjera Directa Neta
(IEDN), este indicador registró 17,425 millones de dólares en el primer
semestre de 2022 vs. 15,511 mdd en el mismo lapso de 2021 (dato preliminar). Es
decir, la IEDN mostró un incremento anual de 12.3%. Si bien será necesario
esperar un tiempo para conocer las cifras definitivas de la IEDN
correspondientes al primer semestre de 2022, el buen desempeño de este indicador
sugiere que continúa la normalización de los flujos de IEDN ante la
recuperación de la demanda externa por manufacturas y los beneficios de la
integración a las cadenas globales de valor.
Valoración
Dada la anticipada desaceleración en el
crecimiento de la demanda externa para los próximos trimestres y su impacto
negativo sobre las importaciones de México asociadas a las cadenas globales de
valor, es previsible que la balanza comercial sea menos deficitaria o inclusive
superavitaria si las cotizaciones internacionales de las gasolinas y el diésel
bajaran significativamente ante un escenario de recesión económica global.
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